—Maxine, por favor cariño, ponte de pie. Se supone que no debía de decir nada, pero hay alguien esperándote. Créeme que si por mi fuera lo echaría de casa, pero insiste en verte.— Pestañeo sin entender a quien se refiere, pero en mi pequeño corazón se siente una descarga de adrenalina y emoción. Siento un destello de esperanza y un hueco en el estómago. ¿Es Max el que está aquí? Es que no puede ser nadie mas que él y sólo el. Nadie tendría las ganas de verme, sólo el y lo dudo un poco pues fui demasiado dura la última vez que lo vi. Era necesario, fui una espantosa persona solo porque queria que se quedara con Hannah. Ya no puedo robarle las cosas y hacerla sufrir más. Solo quiero que ella sea feliz si es que así lo quiere porque ella puede quitarme al hombre de esa noche solo porque puede. Ella es la mujer perfecta para Max y nadie me aceptaría como su esposa, en cambio Hannah es Perfecta. Encaja perfectamente en ese papel de esposa y buena mujer que toda suegra quiere. Con razón Nat
MAXINE¿Me me esperaba esto? Sinceramente no, esperaba otra persona, a la cual amo y echo de menos a pesar de que nuestro amor fue tan rápido y por consecuente, efímero. De las cosas que no creí que serían posibles han sido exactamente las cosas que me han pasado el último mes. No creí que me embarazaría, al menos la Maxine de principios de año no creería para nada lo que me está pasando. La Maxine de hace una semana no se hubiera imaginado que el mejor amigo del hombre que le ha puesto la vida patas arriba está a su lado, o más bien abrazándola tan fuerte que siente que no necesita nada más para estar bien y feliz, O bueno, no tan feliz sino más en paz, más tranquila. —Estoy aquí —susurra Bastian en mi oído. Su voz es grave y es ligeramente parecida a la de Max., pero la de él es aún más seductora. Creo que eso fue lo que me hechizó de él desde que me lo encontré en ese antro al que fui con Hannover y su novio.— No deberías de estarlo esperando, pero lo entiendo porque sé que lo qu
MAXIMEAlgo que he notado de Sebastian es que aparentemente es un chico sin sentimientos. Eso es lo que quiere dar a entender y quiere parecer un chico demasiado fuerte que tiene un gran autocontrol en sus emociones y que por eso se comporta como un niño de quince años. El ya no tiene quince, debe de tener el doble y un poquito más. Me gustaría saber su historia y entender porque quiere dar una impresión contraria a la que de verdad es. Por qué si no fuera una buena persona yo no estaría en el asiento de copiloto de su auto en camino al hospital después de que me dio un sermón d e porque debería de cuidarme después de lo del aborto. Es buena persona, pero por algún motivo no quiere admitirlo. Él tiene la finta de ser un mujeriego, eso debo de admitirlo porque a leguas se nota que no ha tenido ni una sola relación estable. Y lo sé porque desde el primer momento en el que me vio,inmediatamente me tiro una mirada de "una nueva presa" o algo por el estilo. He visto ese tipo de miradas o
Alado de Sebastian, salgo del consultorio del doctor. Hemos venido a unos de los hospitales más lujosos y caros de la ciudad y sin previa cita. El hecho de que Bastian hubiera hecho que me atendieran así sin previo aviso solo me dijo algo, tiene contactos. Si lo hubiera encontrado antes en mi camino, podría aprovechado sus contactos para mi carrera en la insdustria del cine o algo por el estilo. Pero al que le tuve que encontrar a Max, que me ha vuelto loca, incluso a mi cuerpo. El doctor me hizo una serie de análisis de sangre que para mi sorpresa el resultado estuvo en menos de dos horas. Que sencilla parecen las cosas cuando tienes el suficiente dinero para pagar para que hagan las cosas rápido. Los resultados de esos análisis y otros que no entiendo, arrojaron distintas descompensaciones. Tengo una descomposición hormonal que me hace estar triste la mayoría del tiempo y ademas, es la causa de que ahora mismo no haya tenido mi regla a pesar del aborto. La doctora que me atendió en
HANNAH La a posibilidades están demasiado limitadas para mí, ¿que debería de hacer? No lo sé, no hay manera de que me entreguen los resultados de los análisis en menos de un día, ni en unas horas. Aquí las cosas no son tan fáciles y me rehuso a echar a perder todo por un falso positivo. ¿Y si no lo estoy y cancelo la boda por un bebé que no existe? Sería un error, no para mi porque librarme de la boda no sería nada malo, al contrario. Pero si lo sería para mis padres, la empresa, el dinero y no sé qué represalias tendrían en contra de mi familia. Tal vez nos quiten la pequeña empresa, esos sería una bomba al corazón para mi papá. Su patrimonio es importante y lo estaría perdiendo por mi culpa. —Señorita— me llama la asistente de mi ginecóloga de cabecera.— Me comenta la doctorado que hoy no puede atenderla. Tenemos toda la agenda llena, pero que mañana puede atenderla a las — revisa su pequeña libreta d e apuntes y me contesta— Diez de la mañana— dejo de contener el aire del alivio
—¿Entonces quieres que seamos amigos?— cuestionó después de que Max me dio toda una cátedra de los buenos sentimientos que percibe de mí. No sé si soy buena, tampoco sé si merezco cosas buenas o si tan la menos debo de merecer perdón de Max y Maxine. No quiero que me pidan perdón, porque no sé los pienso dar. Soy orgullosa, eso es lo qué pasa. Tiendo a no olvidar esos detalles que me hicieron sentir mal, y lo que ellos dos hicieron me hizo sentir como una terrible persona. Quería que la tierra se abriera y me tragara o algo por el estilo.—Amigos... si, por supuesto que si. Creo que sería lo mejor para nuestra sana convivencia.— Los ojos de Max reflejan mucha preocupación y sinceridad. En verdad quiere que arreglemos las cosas y sinceramente, yo también. —Piénsalo, mañana nos casamos y apenas y hablamos. No quiero que sea igual cuando vivamos juntos, no he pasado por nada así antes, pero no se necesita ser muy inteligente para saber que será horrible.—Soy consiente de eso, ¿sabes? Pe
HANNAH No sabía que necesitaba una charla con Max, no sabía que necesitaba sentirme en paz y arreglar las cosas con él. Estaba tan sumida en el enojo que no me había dado cuenta de lo mal que estaba, pues no quería perdonar y ese sentimiento de odio me está quemando. Si, me está quemando porque aún sigo enojada con ellos dos y odio la situación en l a que estoy metida. Hay tantas cosas que he pedido y no me comprendo ni a mí misma. No sé porque me encerré en la idea de que Maxine me traicionó cuando ella solo estaba moviéndose por amor, si es que es amor. Max y yo no teníamos nada, hasta hace unas horas no éramos ni amigos y probablemente no seamos nada. Me cae bien, pero no conectamos... no siento que al estar a su lado mi corazón palpite de pura felicidad o paz. No me siento cómoda cuando estoy a su lado, me atrevería a decir que me siento rara, y ansiosa también. Cuando estábamos hablando esta tarde sentí que como amigos somos buenos, pero por mas que intento convencerme, no puedo
MAXINE—¿Hacia donde vamos?— le pregunto a Sebastian cuando noto que no toma la ruta hacia mi departamento, sino que toma una que dé ninguna forma lleva a mi casa. Sebastian maneja con cuidado y de manera confiada, mira en todo momento hacia el frente y solo de vez en cuando me mira por un instante. Pero ahora mismo, curva sus labios en una sonrisita llena de rebeldía y que apuesto a que anuncia una travesura. Tal vez está planeando algo y por eso es que no me contesta. sinceramente, últimamente me he sentido como una niñita que se emociona por ir al colegio porque sabe que vera al chico que le gusta, pero que va en clases distintas a las de ella. Así me siento, como ansiosa por que mi vínculo con Sebastian me lleve a Max. Es imposible porque él debe de estar con Hannah, pero al parecer a mi cerebro le gusta tanto engañarme y mi corazón ni se diga, le gusta hacerme sufrir. ¿Y Sebastian me está llevando directo a los brazos del hombre que me gusta? ¿y si me lleva a su lado? Cierro lo