HANNAH Tengo un par de lagrimas en los ojos, siento una presión en el pecho que esta provocado unas intensas ganas de llorar y de gritar se la impotencia. Simplemente no puedo creee que me haya tratado de esa forma tan espantosa y cruel, demas, no me ha dado la oportunidad de hablar con él y explicarle lo que había estado pasando en mi vida los últimos dias. Deseaba con toda mi alma poder compartirle la notica de mi embarazo porque pense que sería una noticia que ambos nos llenaría de la mas pura ilusión y la mas fuerte esperanza. pero ni siquiera me ha dado la oportunidad de decirle de lo que hoy me he enterado, tampoco me dejo enseñarle la pequeña y borrosa foto que tengo de nuestro bebé.Conduzco desesperada por las calles de mi pequela ciudad deseando poder irme a un lugar lejos de aquí en donde Leo no pueda encontrarme nunca. El problema es que no tengo a donde ir, en algun otro momento me iría con Maxine,p pero me he encargado de ser una desgracia com ella. No tendría cara para
MAXINE ME pongo de pie en un intento de poder defenderme. A mi lado también está Sebastian en la misma posición de defensa si es que se le debe de dar un nombre a la forma e n l a que ambos nos encontramos, a la defensiva y a la espera de que ese hombre se devele, ninguno de los dos sabe si es el Max que yo conozco o no. El corazón me late a 159 por minuto o tal vez más rápido que eso, yo no sé de medicina y tampoco pretendo entenderlo, pero estoy muy pero muy nerviosa y oara mi el tiempo es demasiado lento. La manecilla del reloj no cambia, no se mueve.Una figura másculina y alta me arrebata el aliento. Siento una presione el pecho y en cuestión de segundos me hace retroceder en el tiempo recordando la primera vez que lo vi en aquel antro. De nuevo estoy indefensa y el de nuevo está defendiendo de esa hombre tan horrible. —¿Podrías cerrar la boca de una vez por todas, idiota?— todos buscamos de donde proviene esa voz tan deliciosamente grave y varonil, es tersa y suave a la vez.—
HANNAHComo era de esperarse, cuando llegó a casa veo el Cadillac de Leo estacionado en la acera. Las piernas me tiemblan y el corazón me importa a latir con fuerza, tanto que siento una presión en el pecho y duele. Camino hacia la puerta sintiendo que en cualquier momento Leo va a parecer para raptarme y obligarme a a hablar con él. Abro la puerta y lo primero que me encuentro a mis padres en la sala de estar, en el sillón central ellos dos se están abrazando. Con tanto amor los dos se abrazan, con miedo de enfrentarlos, paso y los saludo, pero son los ojos de Leo los que me molestan y me perturban. Est a sentando en el sillón siguiente al de mis padres. —Hannah— susurra poniéndose de pie,— hola—comenta nervioso. Yo me quedo se de pie consternada por lo que está empezando a suceder. Niego varias veces con la cabeza. —Hannah por favor — susurra asustado.—No quiero hablar, en serio Leo. Me encuentro cansada y ahora mismo lo último que quiero es desgastarme hablando de algo que ya no
Maxine Ls cosas han cambiado los últimos meses, estoy cambiada y me siento mucho mejor. Pero a pesar de eso, hay algo que todavía no resuelvo porque no se había dado la oportunidad de hacer las paces con una de las personas mas importantes de mi vida, o sea Hannah. A pesar de que nuestra pelea fue hace más de cinco meses, ninguna de las dos ha estado interesada en hablarse. Por mi parte, he estado muy ocupada arreglando unas cosas para Sebastian. Ahora el es el dueño de la figura de su padre y ha necesitado un poco de ayuda con el tema de los restaurantes.gracias a eso he tenido bastante trabajo y la mente muy ocupada como para pensar en otras cosas como mi pasado. Porque si, hoy, todo lo que pase en diciembre del año pasado, es solo un recuerdo borroso que me hizo mucho daño. Ese mes ha estado catalogado como el peor de mi vida, sin embargo, ahora que lo veo desde la distancia creo que solo fue malo y ya, hoy tengo una buena vida a lado del hombre que amo. Maximiliam.No creí que s
Nada de lo que he hecho en toda mi vida, me había hecho sentir tan miserable, no al grado de ahora. Sí, quizás había dejado la universidad y eso para mí nunca resultó un problema, ni siquiera sentía que era un error, lo veía como una liberación. Pero hoy, en este mismo instante, estoy frente al espejo de una habitación que no es mía, desnuda, admirando mi cuerpo y esperando que resulte lo suficientemente atractivo para él. Ser una maldita gata en celo no es el problema, el verdadero problema va más allá de algo tan banal como lo es sentirse atractiva para un hombre, esto va más allá del pecado y de la moralidad. Esto tiene que ver con que he estado eligiendo mi ropa por más de dos horas, no, no mi atuendo, sino mi ropa interior y solo porque en mi cabeza, alguien dijo que seria buena idea estar "preparada " por sí el decide entrar a esta misma habitación y haceme suya como aquella noche, la noche que con sus besos me enamoró, me hizo suya y me cautivó hasta el alma.<
La espera por los resultados de mi audición por un papel secundario se hace eterna, desde que he decidido pertenecer a este mundo de la actuación, mi paciencia se ha ido al caño. La espera es tortuosa, es lo que más odio de esto, sin contar el hecho de que casi nunca me eligen si no es que para ser relleno en alguna escena de los personajes principales. Sí, a veces soy esa mujer que pasa caminando al fondo o esa mujer que está con su pareja en un café mientras los protagonistas se besan o hablan de lo enamorados que están. Sí, esa soy yo en las pantallas y a pesar de que llevo más de dos años intentando abrirme paso por la actuación, mis intentos por ser seleccionada nunca funcionan. Esta vez tengo un buen presentimiento, siento que esta vez, por fin podré interpretar un personaje que valga la pena, este casting es el bueno, lo sé, estoy segura.—Cariño, no publicar&
Un mes después desde el encuentro con el hombre desconocido...Reviso una y otra vez mi equipaje, a pesar de que solo iré una semana a mi ciudad de origen, siempre intento ir con el mayor número de ropa, zapatos y abrigos como para tener una infinidad de opciones. Me gusta ser muy precavida, puesto a que en mi antigua casa prácticamente no queda nada más que un viejo, usado y manchado sofá de terciopelo que mi abuela me heredo.Salí de mi pequeña ciudad gracias a la universidad, después de tanto tiempo fuera de ella, he decidido que jamás regresaría a vivir en ese lugar y no porque esté mal o porque sea una ciudad pequeña donde todo se sabe. No, en realidad no quiero regresar porque no tengo a nadie que me reciba, la única que estaba ahí para mí era mi abuela, bien, pues murió hace cinco años. Por otra parte, esta mi padre... mi p
Admiro el paisaje que la ventana del tren en el que viajo me ofrece. Una ventaja sobresaliente de entre todas esas desventajas que resultan de viajar en tren desde Los Ángeles hasta mi ciudad natal, son precisamente esas manchas verdes llenas de vegetación, esas nubes espesas y ese cielo azul precioso. Esas son las ventajas de un viaje tan lento como lo es viajar en el tren, si tan solo tuviera auto podría llegar en menos de dos horas, pero como no, debo de pasar casi 6 horas sentada en este contenedor rodante.Suspiro irritada, me hubiera gustado salir más temprano de casa, pero tal y como lo dijo Zoe, tuve que hacerlo en la tarde gracias a mi estado de ebriedad. Aún siento que me duele la cabeza y si alguien me pide que me pare sobre una pierna temo que me estampare en el suelo. Lo que me consuela de todo esto es que al llegar a Tehachapi podré descansar en una cómoda cama, Hannah ha dicho que tiene una habitació