Aurora se dejó caer sobre la cama cuando los niños finalmente se durmieron. Llevó sus manos hacia su nuca y respiro en la oscuridad y privacidad que le daba la habitación. Se sentía sola en la gran habitación de Theo, extrañaba su voz y su presencia en aquella habitación. El simple hecho de saber que se encontraba afuera, luchando por todos y haciendo su trabajo... la atormentaba por completo. Se sentía inquieta y aterrada. Probablemente tendría que acostumbrarse a eso, acostumbrarse a que el hombre que amaba se fuera constantemente a lugares donde ella no sabría, a lugares donde ponía su vida en peligro y probablemente no volvería. La habitación se quedó en un completo silencio cuando Aurora detuvo la respiración. El pequeño celular blanco vibro sobre la mesa de noche al lado de la cama. Aurora jadeó y se acercó lentamente a la pequeña mesita de noche mientras se arrastraba sobre la cama. Tomó el celular y observó el nombr
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