Capítulo 27. Hogar.
Me levanto de la camilla tratando de sostenerme con las pocas fuerzas que me quedan después de estar dos horas en emergencias. La pareja que me encontró evitó que Frederick vuelva a golpearme, sin embargo, no pudieron evitar que ese hombre huyera después de lo que me hizo. Un doctor me revisó por el golpe en la cabeza, mientras que una doctora me extrajo sangre con el propósito de realizarme exámenes.Mi cuerpo se siente pesado como si mis extremidades estuvieran hechas de cemento y pareciera que mi cabeza palpitara al mismo ritmo que lo hace mi corazón. En conclusión, ninguno de los golpes fue grave, no obstante, alguno de los doctores en emergencias llamó a la policía y un oficial me alentó a levantar una denuncia contra mi agresor. En un principio me asustaba la idea, ya que sabía que Frederick vendría a por mí cuando supiera que denuncié su ataque, sin embargo, cuando el oficial preguntó si Frederick era mi novio, la imagen me resultó repugnante y tuve que aclarar que se trataba
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