Me observo una y otra vez para comprobar que todo se encuentre perfecto. Esta noche es mi primera cita con Darien y he tratado de lucir hermosa para él. Me decidí por un vestido de falda larga, con tirante y un escote profundo. El vestido es de un hermoso color azul de Prusia. Llevo tacones de color negro y un peinado que consiste en una trenza cruzando de derecha a izquierda a la altura de mi nuca y el resto del cabello suelto.Recuerdo que cuando tenía trece años papá me había regalado un vestido del mismo color del que llevo puesta esta noche. Se celebraba san Valentín en el instituto y decidí usar aquel vestido ese día. Un muchacho, dos años mayor, se me acercó en el pasillo y me observó por varios segundos. En un principio me pareció extraño que un muchacho me observara en silencio por tanto tiempo, hasta que finalmente de sus labios salió la frase: “Te queda increíble ese color”. Quizá fue la impresión de haber recibido el primer cumplido en toda mi vida que no sea de parte de m
No puedo evitar seguir con la mirada a Darien mientras lava los trastes sucios. Su padre y su hermano se encuentran limpiando el pequeño comedor donde cenaron Dante y la mamá de Darien, mientras que el papá se ofreció a cenar de pie en la isla de la cocina por falta de asientos. Después de terminar de limpiar observo que el papá de Darien se acerca a él sigilosamente y le coloca la mano en el hombro. Empiezan una conversación que no alcanzo a escuchar debido a que me encuentro sentada en uno de los sofás de la sala de estar. Dante se disculpa para ir al baño y desaparece por el pasillo, mientras que la mamá de Darien se acerca a su esposo e hijo para unirse a la conversación. Desvío mi mirada antes de que perciban que estoy tratando de averiguar el tema de conversación y me concentro en observar el paisaje que se vislumbra a través de la ventana frente a mí. De pronto escucho unos pasos acercándose y al girar mi cuello me encuentro con la mamá de Darien sentándose en el sofá junto
Levando la mirada y observo el edificio frente a mí. Doce pisos con cientos de oficinas de empleados que se esfuerzan por construir la mejor revista del país y en el último piso se encuentra la oficina de mi progenitor.Me adentro al edificio cruzando las puertas eléctricas. El lobby es un espacio moderno decorado con grandes plantas y cuatro sofás donde los visitantes pueden esperar.La recepción se encuentra al fondo con dos hombres atendiendo a los visitantes y recibiendo paquetes. Ambos hombres parecen ocupados y decido apresurar mi paso para que no me noten cuando pase a su lado en dirección a uno de los tres ascensores.Al llegar a las puertas del ascensor presiono el botón junto a ellas y espero pacientemente. Treinta segundos más tarde las puertas se abren y dos personas salen del cubo metálico. Ingreso y presiono el botón con el número doce.No puedo evitar comparar el edificio de papá con el de Darien. El edificio de papá no tiene tanta seguridad y cualquier puede usar los a
Barro con la mirada todas las mesas en el restaurante, buscando al hombre a quien más amo en este mundo y cuando lo encuentro, camino directamente hacia él.Papá se levanta de su asiento y me abraza brevemente para seguido depositar un beso en mi frente y regresar a su asiento.- Hola, papá.- Hola, linda.Imito su acción y me acomodo en el asiento frente a él. Una mesa de gran tamaño con un mantel de color vino se encuentra en medio de nuestros asientos.- Espero, no te importe, ordené por ti. Pronto llegará la comida.- No hay problema.Papá toma su celular de la mesa y lo guarda en el bolsillo de su pantalón, mientras me dedico a acomodar mi bolso junto a mis pies.- ¿Cómo estuvo tu semana?- Todavía no me acostumbro a la manera en la que trabaja Alessia. Trato de ser de ayuda, pero ella es independiente y no me necesita.Es viernes en la noche y ha pasado cuatro días desde que Frederick fue despedido y Alessia tomó el cargo de direct
La puerta se abre y soy recibida por la sonrisa más genuina que jamás haya presenciado. El tío Daniel me abraza con entusiasmo y no puedo evitar devolver el gesto.- Hola, linda.- Hola, tío.El tío Daniel cierra la puerta una vez que ambos nos encontramos en el interior de su hogar y juntos caminamos hasta el patio trasero, donde encuentro a papá junto a una gran parrilla asando chuletas de cerdo.Papá camina en mi dirección en el momento en que ingreso en su campo de visión y es el tío Daniel quien lo reemplaza en la parrilla cuidando que la carne no se queme.- ¡Ayzel!Papá me abraza envolviendo sus brazos alrededor de mi cuello, mientras que procedo a hacer lo mismo con los míos alrededor de su cintura.- Hola, papá.Papá parece querer decir algo, sin embargo, la voz de mi tío lo interrumpe.- Chris, ven. Alguien tiene que preparar las hamburguesas mientras cuido de las chuletas.Papá se dirige a la mesa que se halla junto a la parrilla y em
Me levanto de la camilla tratando de sostenerme con las pocas fuerzas que me quedan después de estar dos horas en emergencias. La pareja que me encontró evitó que Frederick vuelva a golpearme, sin embargo, no pudieron evitar que ese hombre huyera después de lo que me hizo. Un doctor me revisó por el golpe en la cabeza, mientras que una doctora me extrajo sangre con el propósito de realizarme exámenes.Mi cuerpo se siente pesado como si mis extremidades estuvieran hechas de cemento y pareciera que mi cabeza palpitara al mismo ritmo que lo hace mi corazón. En conclusión, ninguno de los golpes fue grave, no obstante, alguno de los doctores en emergencias llamó a la policía y un oficial me alentó a levantar una denuncia contra mi agresor. En un principio me asustaba la idea, ya que sabía que Frederick vendría a por mí cuando supiera que denuncié su ataque, sin embargo, cuando el oficial preguntó si Frederick era mi novio, la imagen me resultó repugnante y tuve que aclarar que se trataba
Me niego a levantar la mirada del suelo. Me niego a hacerlo rotundamente porque sé que si lo hago alguien descubrirá lo que trato de ocultar. Las personas me observan porque es extraño que alguien lleve gafas de sol dentro de una oficina, sin embargo, nada me impedirá continuar con la tarea de ocultar mi rostro.Las puertas del ascensor se abren y camino rápidamente hasta mi oficina sin detenerme a saludar a quien sea que se encontraba en el salón sentado, ya que solamente observé sus zapatos.- ¡Ayzel!Esa es la voz de José.- H-hola, José, lo lamento, n-no te vi.No regreso a ver, simplemente ingreso en mi oficina y me dispongo a comenzar con mi trabajo. En unas horas será la reunión de Alessia y debo tener preparado todas las carpetas y presentaciones.- ¿Ayzel, estás bien?José ingresa en mi oficina y rápidamente giro mi cuello para que solo el lado de mi rostro sin moretones quede expuesto.- S-sí, sí. ¿Por qué no lo estaría?Finjo que observo una
Disfruto de la paz que trae cada mañana cuando el sol empieza a iluminar la habitación hasta que la voz de papá me despierta por completo.- Cariño, despierta. Lo capturaron.Mi cerebro se niega a reaccionar tan temprano en la mañana y su repentina intervención en mi habitación me confunde.- ¿Qué?- Capturaron a Frederick.Escuchar ese nombre provoca que mi cuerpo se sacuda a causa de los escalofríos. Finalmente, mi cerebro despierta y busco con la mirada a papá. Lo encuentro sosteniendo su teléfono celular a la altura de su oído, mientras me observa detenidamente.- Dan está en la estación de policía con su amigo abogado, en este momento.Mi mente viaja a la noche hace cuatro días en los que su puño impactaba en mi rostro, dejándome noqueada en el suelo de la entrada del edificio donde solía vivir.- Espera, ¿Qué? ¿Podrías repetir lo último?Es evidente que esa pregunta no va a dirigida a mí, así que trato de agudizar mi oído para escuchar la