La mirada de Angélica se llenó de tristeza, ni siquiera entendía por qué sentía ese vacío en su corazón, en el tiempo que ella había estado presente en las campañas, evidenció que Mondragón, era un hombre muy inteligente, incluso más cerebral que Carlos, era de los que no perdían la compostura con facilidad. —¿Por qué habiendo aquí en Colombia, tantas mujeres hermosas, distinguidas, de clase, con dinero me escogieron a mí? —preguntó a punto de dejar escapar lágrimas de su rostro. Francisco pasó la saliva con dificultad. —Porque vos le gustabas a Carlos —respondió Mondragón. Angie negó con la cabeza. —No es verdad, él ni siquiera me mira, soy un objeto en esa casa —rebatió—, ustedes me arruinaron la vida. —Nosotros no te obligamos a nada, vos firmaste ese contrato, es más exigiste una fuerte cantidad de dinero.
Leer más