FinalA la mañana siguiente, desayunamos todos juntos como una gran familia, no tenía ni la más mínima idea de lo que me esperaba después.Nicolás introdujo mis cosas otra vez en el maletero de su Audi. Nos despedimos de Daniel, de Sídney y de los gemelos, y él condujo hacia a su casa.—¿No deberíamos pasar primero por mi casa y dejar mi equipaje? —Le pregunté al darme cuenta—Necesito decirle a Max que sigo aquí.—Después—contestó. —Primero quiero que lleguemos a la mía, necesito mostrarte algo.No me quejé y en unos minutos más tarde llegamos a su casa y nos bajamos del auto. Me tomó de la mano y abrió la puerta de la casa para que entráramos juntos. Estaba nerviosa, no sabía qué se traía entre manos.Caminamos hacia la habitaci&
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