Leia suspiró tratando de darse ánimos… otro día comenzaba, eran cerca de las nueve y por fortuna, ese día sólo tenía un par de clases. Su mirada cansada prestaba atención a guardar los pocos libros que ese día necesitaría, presentaba ya un par de ojeras de las constantes noches de desvelo; a pesar de tener algo de tiempo entre su trabajo para estudiar, y las horas que ganaba en la universidad para el mismo fin, parecía no concentrarse, por las noches, después de llegar de trabajar, intentaba seguir estudiando… la noche anterior se había levantado completamente agotada de ese escritorio y ni tiempo tuvo de guardar sus libros…y ni así había servido de algo. Su cama se sentía inmensa y fría, el silencio de la casa y la soledad de la misma parecían perturbarla más que calmarla, como lo harían c
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