Charles Proudfoot, el jefe económico de la empresa de Timothy Hardwick sonrió, se recostó en el espaldar de la silla poniéndose cómodo y respondió: —Sí, aceptó, fue más fácil de lo que pensé, esperé un poco de resistencia, que me amenazara con despedirme si hacía lo que le propuse, no sé, algo antes de aceptar. Pero creo que ese hombre vio el cielo abierto cuando me escuchó hablar, no pensó en nada más, ni siquiera que solo llevo meses trabajando para él como jefe del departamento económico y puedo no ser de fiar —Charles hizo una mueca de desagrado al terminar de hablar. —Trabajabas para él, solo fue un cambio —comentó Maximilian. —Pero no me conocía lo suficiente, para él, el departamento de economía era solo Fredrick Humphrey, los demás éramos invisibles. Solo me notó cuando me postulé para el puesto al morir Humphrey, y por supuesto ahora soy como una luz de neón porque le haré ganar dinero. Maximilian no lo dudaba, la ambición de Timothy no tenía límites, era capaz de cualquie
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