Capítulo 78. ¡Deténgase!
Lía no pudo contenerse, se abandonó al beso, mientras tomaba el cabello de Marcos, sosteniéndolo con fuerzas, no supo cuanto tiempo estuvo así, hasta escuchar un murmullo entre la gente, el rostro de la mujer se tiñó de carmesí porque se sintió avergonzada. —Viste que el Hefesto te importa una mierd@, ¿Dónde se metió ese cobarde? —mencionó molesto. —¡No le digas así! Es muy valiente, siempre nos ha defendido, si no te respondió el puñetazo, fue por respeto a los niños, es un hombre muy considerado que siempre predica con el ejemplo —aclaró Lía. —¡Sigue defendiéndolo! Mientras más lo hagas más duro lo golpearé —espetó molesto, ella lo miró con un deje de tristeza—. ¿Te gusta? —ella negó la cabeza—Me parece bien, Hefesto no debe gustarte, solo debes amarme a mí y nunca dejar de hacerlo —pronunció sin soltar su mentón—.Te he extrañado cada segundo de mi vida, bebé, me destrozaste el corazón. —Yo…no recuerdo nada, perdí la memoria, solo recuerdo cuando me
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