¿Quieres casarte conmigo? Las palabras resonaban en la mente de Meg, le daban vueltas, la volvían loca, ¿casarse con él? ¿Convertirse en su salsa y dormir cada noche en su cama? Era una opción por la que hace unos meses hubiera aceptado sin dudar, pero no hoy, no ahora, no así, tan fría y carente de emociones.- ¿Qué quieres decir cuando hablas de casarte conmigo, Levy?- Ya sabes, ir al juzgado, tu y yo, decir ante el juez las típicas palabras, y vivir como una familia normal.- No sé si estoy preparada para algo así, Levy.- No hablo de un matrimonio tradicional, solo quiero que mi hijo sea feliz, que me acepte sin demasiados problemas, no tenemos porqué hacer vida de esposos.Meg se puso tan roja como la grana, y sintió como toda su sangre se acumulaba en sus mejillas, pues
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