Tiempo después… Otro día más con problemas en la granja, Salí de la oficina para ir a casa del señor Ruiz, tenía problemas en la casa, como siempre el recurría a mí, me gustaba ayudarlo, era como un abuelo para mí que me aconsejaba y adoraba a mi pequeña Ana. Su esposa murió hace un año y él quedó muy solo, con el tiempo nosotros nos hicimos su familia. “Papito ¿A dónde vas?”. Ana me miró mientras guardaba mis herramientas en la camioneta. “Voy con tito ¿Quieres ir?”. Ella gritó feliz aceptando, ella amaba al hombre, desde niña lo llamó abuelito, pero como todavía no habla correctamente pronunciaba Tito, con el tiempo el apodo se quedó de cariño. Llegue a la casa, me estacione y Ana bajó corriendo a la casa alegre, yo fu
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