Miércoles, 1:15 pm:El bonito aparador de postres del gran restaurante estaba surtido de una gran cantidad de tartas; tartas de Chocolate, tartas de fresa, tartas de arándanos, tartas de caramelo, tartas de cualquier sabor que pudiera ser imaginado, pero Patrick simplemente no era capaz de encontrar una tarta de queso entre la marea de tartas que tenían disponibles. —Uhm… Disculpe… —Alzando un dedo tentativo con algo de duda, el pelinegro llamó la atención de la distraída mujer que se encontraba del otro lado del mostrador— Yo… —Su vista volvió al sinfín de tartas y frunció su ceño, entrecerrando sus ojos mientras examinaba mejor todos los postres, asegurándose de que no se había pasado por alto lo que buscaba y que no parecería estúpido al preguntar por algo que, de hecho, sí estaba allí, pe
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