Sebastián no sabía qué hacer en aquellos momentos, ahora mismo lo había arruinado, no había duda, él no deseaba que ella se sintiera mal por ello, de hecho solo quería ahorrar más problemas de los que había actualmente, no había duda que aquella chica tendría su castigo, pero no podía hacer aquello delante de todos, además aquella chica era la hermana de su mejor amigo de la infancia, estaba entre la espada y la pared, su esposa lloraba de enojo, él lo podía sentir a cabalidad, mientras aquella otra chica lloraba a sus espaldas al parecer intentando llamar la atención, no solo de él, también de todo el concejo, no había duda que Ximena se había convertido en una completa descarada con los años, pues que ella creyera que él no caería en cuenta de aquello era una completa falsa al igual que ella lo era—Basta…—Sebastián por fin se llenó de coraje y hablo, pudo notar que luna levanto su mirada hacia su esposo, mostrándose completamente segura que este estaba enojado con ella por haber go
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