Sus ojos azul celeste me quitan el aliento de inmediato, y claro, me hacen sonrojarme como una idiota, es que...su mirada era tan intensa que me costaba respirar.Al menos esta vez, reconoce mi presencia, le sonrío amablemente, aunque solo no quiero que sienta mi miedo, es rico, prepotente y según Lauren, bastante dado a los ataques de ira, así que yo me sentía como un venado frente a los faros de un coche cada vez que sentía su mirada sobre la mía, porque no solo sentía que me miraba, era casi como ser acariciada por él sin siquiera tocarnos.La primera vez que lo sentí, yo estaba jugando ajedrez con las enfermeras, me gusta pasar tiempo con ellas así que no era nada extraño. Recuerdo que estaba en silla de ruedas, atado y con ojeras profundas, un moratón en su cuello me había hecho pensar en que alguien lo había herido.Llámenme tonta, pero era tan bello co
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