Belinda no podía dormir, compartía una habitación grande con Johana, cada una dormía en una pequeña cama y no tenían aire acondicionado, ella creció durmiendo sin aparato de aire acondicionado y un tiempo de vida con lujos en el hotel Larsson y luego con su abuela la habían hecho sensible, no soportaba el calor y no podía dormir, miró a Johana dormida sin problema, salió sin hacer ruido a buscar el cargador de su teléfono móvil que quedó en la oficina, ya estaba despierta por completo, vería sus redes sociales, pero al salir se encontró con Dante, sin camisa, solo con un jean, ella se paró brincando de la impresión al encontrarlo, su corazón bombeaba tan rápido que sentía le saldría por la boca, Dante la miró de arriba abajo, ella también miró como su pecho subía y bajaba, como el camino de vello se perdía debajo de su ombligo, Belinda cerró los ojos y trató de hablar, Dante se lo impidió. Dante no pensó en nada más, Belinda era su sirena y él estaba hechizado, ella quiso hablar, él n
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