Diario de Verónica.08/08/2021 Observo el reflejo de mi cuerpo en el espejo. Estoy mona. Monísima, la verdad, no suelo vestirme tan coqueta, ni mucho menos tan sensual. Pero hoy, he querido hacerlo, me faltaba ánimos. Mi cabello negro detrás de mis omoplatos, baja y toca casi mi cintura. Mido un metro setenta, soy bastante alta, mucho más que mis amigas, incluso de pequeña mis hermanas se burlaban de mí porque era la más alta de todas las clases en las que estaba. Supongo que salí a mi padre, un dominicano retirado de la milicia, con casi 2 metros de altura. En cambio, mis hermanas menores salieron a mi madre, una colombiana con apenas un metro cincuenta. Lo único que ese desgraciado pudo darme fue su patético tamaño, pues para no joder la historia hablando de mi donador de esperma, el hombre se largó cuando mis hermanas tenían uno y tres años.Yo tenía cuatro.<
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