Y diciendo esto último me suelto de las garras de aquella mujer y le aviento una última mirada a Alison, quien parece entenderme perfectamente y asintiendo me marcho de aquel sitio. Ya todo estaba bien, ahora solo me quedaba hablar con Anna, aun me costaba trabajo lograr entender la magnitud de su obsesión con Jean. Me concentro en darme prisa, cuando de pronto al dar la vuelta por uno de los corredores que llevan al área de las duchas y que es un buen atajo para salir del edificio, choco con Jean; quien parece preocupado y molesto a la vez.—Bri, ¿podemos hablar? —me toma del brazo con fuerza arrinconándome y provocando que estuviéramos más cerca de lo que me gustaría.—Ahora mismo tengo un poco de prisa, después...
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