Capítulo 4Mi vida se está convirtiendo en un desastre desordenado, y todo ese desorden tiene nombre, Melinda Crawford, y lo peor de todo es que la culpa es mía, me estoy dejando deslumbrar por una sensación extraña que ni tan siquiera sé que mierda es, trato de no besarla, el mayor de los problemas es cuando acerco mi maldita boca a la de ella, pero parezco un maldito adicto. Mientras más lo intento más inútil se vuelve mi patética fuerza de voluntad. No entiendo lo que está pasando, ella ni me gusta, no es el tipo de mujer a la que estoy adaptado. Me gustan las mujeres seguras, sexis, decididas, si son seguras de sí mismas y seguras, entonces estoy muerto. Pero no ella, estoy seguro de que en mi sano juicio nunca la habria mirado. Todo empeoró desde que ayer estuve en su casa. - ¡pareces mierda! - dijo Donato, mi primo acercándose a donde estoy sentado con un vaso de bebida en la mano - gracias, primo, hacía bastante que no escuchaba un el
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