capítulo 5 Melina

Capítulo 5

Cuando abrí mis ojos, Luca estaba parado junto a mi cama, mirandome como un maldito loco, me senté sobresaltada

  - ¿qué haces mirándome de ese modo? - le pregunte, me quite los auriculares para escuchar su respuesta

  - vigilando lo que es mío, no tengo que pedir permiso para eso

  - deja de decir que soy tuya, pareces un psicópata - se golpeó el mentón con el dedo, simulando como si pensara

  - puede ser que lo parezca - me miro fijo, su mirada estaba gélida y me provocó escalofríos - o puede que lo sea - me quede mirándolo fijo, no supe que hacer hasta que se rio - deberías verte la cara, no puedo creer que en serio me tengas miedo - le tire el libro que estaba junto a mí en la cama 

  - eres un imbécil, ¿qué haces aquí? 

  - vine a buscar algo

  - ¿se te quedo algo ayer cuando estuviste aquí? - estaba confundida, soy muy ordenada y no vi nada de él en mi habitación, pero alomejor lo dejo en otra parte de mi habitación

  - no, es algo que no puedo llevarme conmigo, eso puede crearme un problema - esa respuesta acentuó más mi confusión. Él se dio cuenta, porque en seguida aclaro mi duda, se acercó a mí, aun de pie. Doblo su cuerpo y me beso, comenzó con un beso ligero, más bien un roce, se alejó. Me miro y luego ataco mi boca como lo había hecho antes. 

  - ¿eso aclara tu duda? - me pregunto un par de minutos después cuando decidió que era momento de dejarme respirar, se sentó en la cama, de frente hacia mí

  - ¿viniste hasta aquí para besarme? - asintió

  - así es, y también a pedirte salir, quiero que vengas conmigo a ver a unos amigos

  - ¿unos amigos? - el rio, como hace siempre que comienzo a preguntar tonterías

  - no entiendo por qué razón siempre repites lo que yo digo en modo de pregunta - baje la cabeza, saber que se ríe de mí, me hace sentir un poco avergonzada, puso dos de sus dedos bajo mi barbilla y levanto mi cabeza.

 - lo siento -me disculpé - es que no estoy adaptada a recibir tanta atención, menos de una persona como tú

  - ¿una persona como yo? - asentí

  - se te están pegando mis malas costumbres - el lo pensó, sé que se dio cuenta de que me refería a que estaba preguntando del mismo modo en que lo hago yo

  - sí, supongo que tienes razón, pero no me cambies el tema, ¿qué tipo de persona soy?

  - eres el tipo de hombre que siempre es el centro, adaptado a que todas te miren, a que tus amigos te elogien, en fin. El tipo popular

  - supongo que tienes razón - ni siquiera se tomó el trabajo de negarlo, y me alegro, eso me habría molestado bastante - ¿vas a venir conmigo?

  - ¿Puedo llevar a una amiga? - de lo contrario, sé que me voy a sentir incómoda, todas sus amistades son igual que él, personas inaccesibles para mí, y el tipo que da miedo. Creo que su nombre es Lucio, lo que quiere decir, que no voy a tener con quien conversar en toda la noche.

 - ¿la misma loca que fue ayer a mi casa? - asentí

  - Dania no es mala chica, solo es un poco inquieta - la defendí

  - anoche termino desnuda en la piscina de mi padre - suena a algo que haría ella - aun así, si quieres que venga, no hay problema. Pero tendrás que controlarla para que no se quite la ropa. Vamos a una disco, demasiado público para estar sin ropa.

 - entiendo - le dije - aunque si vas a ese tipo de lugar puedes ir solo, no estoy adaptada a ir a esos lugares.

 - lo de tu amiga es opcional, pero tu vienes conmigo. Quiero que todos sepan que estamos juntos Lina - cuando se refirió a mí con ese diminutivo, se quedó un poco pensativo - ¿es cierto que no te gusta que te digan Lina? - no sé dé donde saco eso, yo no se lo dije. En realidad no me molesta que él lo haga

  - ¿cómo lo sabes? - pregunte muy curiosa

  - eso no importa, ¿por qué no me dijiste que te molestaba?

  - es que no me molesta cuando tú lo haces, pero si es cierto que normalmente, entro en cólera cuando alguien me llama así - tiro de mi cuerpo sobre él, de manera que quede sentada sobre sus piernas

  - así que es mi propia forma de llamarte, nadie más tiene permitido decirte así, eres mi Lina - asentí, aunque me quejo cuando lo hace, la verdad es que me gusta que sea tan posesivo conmigo. Me hace sentir especial, de un modo un poco enfermo, pero especial al fin. Él me beso, cuando logre despegarme me puse en pie.

  - iré a llamar a Dania - es para que se prepare, sé que no me dirá que no. Si hay fiesta, música y bebida. Ella no es capaz de negarse, no conozco a otra persona tan fiestera como ella. Tiene muchos problemas con sus padres por esto - dime la dirección del lugar para dársela y encontrarnos ahí.

Luca me dio la dirección de un lugar que conozco muy bien, hace unos meses, tratando de seguirle los pasos a Dania nos encaminamos a este sitio. Uno de los más caros y frecuentados de la ciudad, me fue tan mal que no me atreví a salir de nuevo.

 - ¿no podemos ir a otro sitio? - me miró extrañado

  - ¿por qué haríamos eso? - pregunto confuso

  - bueno, es que no tengo un buen recuerdo del lugar, no me fue muy bien. Ni con los trabajadores ni con los clientes - se parió frente a mí

  - hoy vas conmigo, te prometo que voy a cambiar esos recuerdos para ti, dame la oportunidad - lo pensé un par de segundos, y asentí. No tengo motivos para desconfiar de sus palabras, tome mi teléfono y llame a mi amiga, como pensé estaba más que dispuesta, hablo conmigo de la ropa que debía ponerme, y me dejo bien en claro que mi ropa estaba vetada, que debía utilizar el pequeño guardarropas que trajo para mí hace un tiempo. Eso si no quiero deslucir al chico dorado, como llama a Luca. 

Le preste atención a las palabras de Dania, deje a Luca en mi habitación mientras me daba una ducha y me preparaba, salí del baño lista para irme, vestida y maquillada, con unos tacones de infarto que me traerían con dolor de espalda por aproximadamente un año, pero que me recompensaron cuando vi la cara del hombre en mi habitación. Cuando me vio, no pudo esconder su cara de asombro, soy consiente de que cuando me arreglo así, puedo pasar por una chica atractiva. Mi vestido es bastante diminuto, tiene más brillos que cualquier cosa que me haya puesto en mi vida.

 - ¿piensas ir vestida así? - asentí, sin comprender su pregunta

  - así es, así se va vestida a una discoteca, ¿o no?

  - bueno, cuando quieres ligar, pero vas conmigo, y no quiero que nadie se atreva a acercarse a ti Lina, prefiero que te vistas como lo hiciste anoche - negué

  - ya bastante voy a desentonar sin necesidad de ir vestida así, así que ni lo pienses, si quieres que vaya. Iré así, de lo contrario no voy - hizo una mueca de desaprobación, pero al final asintió

  - ok, sino tengo manera de convencerte de lo contrario está bien. Pero debes abstenerte a las consecuencias 

No se a lo que se refiere, pero algo me dice, que pronto voy a enterarme de a lo que se refiere.

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