Estoy atada a una silla, no siento las piernas y los músculos de mis brazos están agarrotados y estoy tiritando de frío, me han dado dos baños helados.Nikolay aparece luego de una semana de haber visto a Alena, mis esperanzas de ser rescatada merman rápidamente.Dejaron de darme comida hace dos días y el hijo de Nikolay es el nuevo encargado de mi tortura, estoy en una habitación húmeda y con una lámpara demasiado brillante en mi cabeza.Pensar en mis hijos es lo único que me mantiene cuerda, habían sufrido la pérdida de su padre hace varios años, y ahora, mis pequeños perderían a su madre, Orange, quien era tan tierno y sensible, Zhevy, quien se esforzaba por tomar la responsabilidad de sus hermanos aunque no tuviera que, Mör, tan curioso e inteligente, siempre haciendo explorando, Mörk, que se consideraba un científico loco y era tan amabl
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