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Todos los capítulos de Amar una vez más.: Capítulo 81 - Capítulo 85
85 chapters
75. Última Jugada
Después de pasar dos semanas en compañía de la familia de Clarissa, regresaron a la ciudad de Querétaro. El vuelo fue de lo más divertido, escuchando a Lucy quejarse por temor.   Fernando llevó a su tío y a Lucy a su respectiva casa. Luego se dirigió con Clarissa a su departamento, sintiendo gran emoción de volver a estar juntos en su hogar.   Al llegar al apartamento la chica observó a detalle cada lugar del espacio que compartían. Sonrió con emoción, al sentirse en casa   —Extrañé tanto tu piso. —Suspiró profundo.   —No era lo mismo sin ti. —Acarició su mejilla.   Fer tomó de la mano a su chica, recorriendo cada rincón como si fuese la primera vez que ingresaban al apartamento.   —Me siento tan dichoso— Ambos tomaron asiento en la sala. Permitiendo que la luz de la luna ambientara el interior.   Clarissa dio una mirada hacia el ventanal
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75.1 Última Jugada (continuación)
Fernando y Hugo esperaban a Clarissa, charlando un poco, se les comenzó a hacer extraño que no bajara. Le llamaron en un par de ocasiones, pero no respondía. Así que decidieron subir al departamento, para buscarla, ingresaron al ascensor, extrañados de que no llegara.   Al salir del elevador escucharon gritos, de inmediato Hugo y Fernando corrieron en dirección de este… Todo lo que vieron fue en cámara lenta: Alicia soltándole golpes a Clarissa, intentando llevarla hacia las escaleras de servicio.   Fernando logró darse cuenta que no faltaba mucho para que lo hiciera. Un fuerte escalofrío lo recorrió al ver en peligro a Clarissa, notó como su mujer trataba de proteger su vientre, sin importa que Alicia la golpeara por otras partes del cuerpo. Escuchó como se quejó aquella mujer cuando su chica, la mordió     —Estúpida esta mordida te va a costar muy caro. —Le proporcionó un par de bofetadas, de las que Clarissa no p
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76. Nobleza del corazón
Un par de horas después. La observaron salir. Fernando sintió un descanso al verla caminar sana y salva, no la imaginaba encerrada con verdaderos criminales.   Lucy giró su cabeza y observó a Fer parado viendo hacía la puerta que estaba atravesando. Sonrió con  timidez.    Él correspondió a ese gesto.   —Listo licenciado, se han levantado los cargos en contra de la señora Luz Reyes.   Fernando lo miró y agradeció, despidiéndose del abogado. Caminaron hacia el auto de Fernando, él le abrió la puerta para ayudarla a entrar. Una vez dentro, se quedó mirándola, esperando una explicación.   — ¿Cuánto te debo por haberme sacado? —Lucy preguntó.   Fernando ladeó los labios sonriendo. Volteó a verla, no pudo negar que sentía gran afecto hacia ella, además que lo que hizo,  fue por el cariño a Clarissa.  Leer más
76.1 Nobleza del corazón (continuación).
Un par de días después.   Clarissa fue dada de alta del hospital, llegaron a la casa donde se encontraba viviendo Hugo, ahí se quedarían, para que no estuviera sola en ningún momento. Entre Lucy y su tío la cuidarían mientras Fer salía a la oficina.   Fernando se encontraba en la empresa que había sido de Carlos, con Memo, recién llegaban de presenciar el juicio en contra de su padre, al cual debido a los elementos reunidos, lo encontraron culpable de homicidio de cuatro personas, dentro de ellas Montse, por lo que no le alcanzaría la vida para pagar por lo que hizo, además de comprobarse los fraudes que realizó.   El joven no pudo evitar sentir gran tristeza al saber que su padre, era el peor de los hombres, sobre la faz de la tierra. Estaba revisando algunos documentos cuando encontró algunos expedientes que lo dejaron helado.   —No lo puedo creer —expresó aterrado, mirand
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Epilogo.
Días después. Cientos de pétalos de rosas, rojas se encontraban esparcidos enmarcando un camino desde la entrada de uno de los más exclusivos restaurantes  de la hermosa ciudad queretano, guiando a la pareja hasta la cúpula que se encontraba forrada de hermosas flores. Gran cantidad de adornos de cristal con velas en el interior, fueron colocadas sobre todas las mesas, haciendo que la tenue luz, hiciera del momento algo más íntimo y especial.   Clarissa pasó sobre los pétalos de aquel camino trazado, con los ojos vendados. Fernando la guiaba sosteniendo de su mano, pendiente de que no fuera a tropezar, al llegar a aquella bóveda; descubrió sus hermosos ojos color esmeralda.   La joven separó los labios, sorprendida al ver cada detalle de aquel lugar. Su mirada se cristalizó ante la emoción.   —Es hermoso —susurró.   —Me emociona que te guste —comentó, sin poder
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