En cuanto cayó la noche, se desato una gran tormenta en Bérgamo. Las calles se encontraban casi que inundadas. Pero ese torrencial aguacero no le impidió a Noah salir a la calle en busca de su compañero o mejor dicho aquel vampiro. Sus problemas iban en aumento, primero Lía, luego Alessio y ahora ese maldito de Balas.Recorría las calles buscando la presencia de ese sujeto, o del chico pero no encontraba nada…hasta llego a pensar que el chico no iba a sobrevivir, bueno quizás y ya fuera un vampiro más. […]—Muy bien muchacho, parece que tu herida ha dejado de sangrar. ¿Estás dispuesto hablar esta noche?—Te recomiendo que me quites la vida, porque no te diré nada.Sebastiano ya se encontraba muy débil, toda la noche y parte del día había perdido gran cantidad de sangre. Al menos ya no sangraba, pero con su estado
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