Me encontraba sobre la barandilla de la terraza del chalet de mis padres, estaba sola pensando en lo que Jaime acababa de decirme, parecía que aquella pesadilla no terminaría jamás. No sabía en qué momento de mi vida todo se había complicado tanto, y parecía imposible de solucionar, parecía que siempre estaría en aquel punto, discutiendo con Jaime mientras mi corazón seguía pensando en otro. ¿por qué estás aquí tan sola? – Preguntó alguien detrás de mí, haciendo que mi corazón le reconociese, él estaba allí. No debería haber venido, me dije, debería haberse quedado dentro jugando a aquellos juegos de mesa, con mi hermana. ¿ya te has cansado de jugar? Nunca me han gustado los juegos – admitió, mientras se posaba sobre la barandilla a mi lado, intentando parecer más cercano. Pero yo seguía mirando hacia el jardín, admirando como los pájaros bebían agua desde la pequeña fuente que mi padre tenía allí abajo.- Todo era más senc
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