ÁNGEL—Sí, lo he encontrado, está muerto. Murió hace siete meses en un ajuste de cuentas. Por lo visto, a raíz del suicidio de su hermana y con todo lo que habían pasado de pequeños, Ángel no llevaba una vida tranquila. Tras la muerte de Sara regresó a Lastres y siguió con su vida. Traficaba con drogas y se metía en asuntos muy turbios. El pasado febrero lo encontraron con un tiro en la cabeza en su apartamento. Vivía con su novia en un apartamento en las afueras y cuando ella llegó del trabajo, el cuerpo de Ángel estaba tirado en el suelo boca abajo, sumergido en un charco de sangre. La novia ha podido corroborar que, durante estos dos años, Ángel no viajó a Ceuta ni una sola vez.—¡Maldita sea, Pablo! Creía que ya lo teníamos.—Bueno, mañana seguiremos, ahora es el momento de olvidarlo todo.Llevo toda la tarde pensando en ti, Lucía. Este caso me tiene trastornado. Un asesino, un violador, secretos, mentiras... Estoy cansado mentalmente, agotado, y como t
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