ME DESPIERTO EN LOS BRAZOS de Josh, estamos abrazados y me acurruco más contra él, huele tan bien y es tan guapo, y encima es todo mío.Se mueve y sonrío al ver como intenta liberarse de mí, pero no le dejo, quiero estar así un ratito más.—Cinco minutos —le pido—. Solo cinco minutos más, por favor.—Cinco, diez, los que quieras. No tengo prisa.—Bien, porque cinco minutos no son suficientes.Está sonriendo, ¿que cómo lo sé si no puedo verle la cara? Porque le conozco y sé lo que hace en todo momento, sé cuando está feliz y cuando no, y ahora lo está, tan feliz como yo.Media hora después nos levantamos a desayunar, y mientras yo lo preparo todo, él entra en la ducha. Termino antes que él y entro en el baño y en la ducha, quiero lavarle de la cabeza a los pies, y tal vez hacer algo más. En cuanto me siente detrás de él se gira con una sonrisa en la cara, me abrazo a su cintura y pon
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