Para cuando la gran camioneta se detiene frente al edificio de ladrillos, aún los estudiantes no han entrado a sus respectivas clases. Y ahí está ella.Entre todas las chicas ella resalta, con su cabellera castaña ondulada, con su falda corta, sus labios pintados en un rojo carmesí y una sonrisa que atrae.Pero se le borra la sonrisa de la cara inmediatamente cuando Price abre la puerta y me da su mano para que baje junto a él.Con todas esas miradas sobre mí, todos mirando la escenita, curiosos y a la vez impresionados, y no faltan esas chicas que te miran como si quisieran asesinarte. Debo admitirlo, el instituto puede llegar a ser lo más difícil del mundo sí no sabes cómo adaptarte.Pero no le prestó atención a nadie, solo miro a mi objetivo. A ella. Su expresión ha cambiado por completo y ha pasado a ser retadora, provocadora y desafiante. Me detengo just
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