Recuerdo desde niña que las madrugadas en New York siempre han sido heladas, de pequeña mi madre y yo dormíamos en una sola cama, debido a los problemas de calefacción que presentaba nuestra casa, mi padre trabajaba en una empresa de construcción como guardia de seguridad, sus turnos terminaban en la madrugada a eso de las cinco de la mañana, su único lugar de descanso era el viejo sillón de la sala, cuando mi hermana Georgia llego al mundo las cosas cambiaron, tuvieron que comprar una cama nueva y mi madre empezó a trabajar como camarera en un restaurante cercano a nuestra casa. Y hace cinco años cuando él murió, quedamos con miles de deudas por pagar, siempre he sido muy aplicada y dedicada a mis estudios, pero cuando termine le instituto, tu
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