CAPÍTULO UNO 18 de Septiembre de 2018 Un día más en el que soy una incomprendida. Por lo menos estas hojas me comprenden y puedo plasmar todos mis pensamientos sobre ellas. Qué placer. Es como un orgasmo infinito para mí deslizar mi bolígrafo sobre el papel y no sentirme cuestionada por las ideas que pasan a través de mi mente. Y es que yo pienso, ¿tan raro es que una adolescente, se sienta atraída por la muerte, la sangre, los cementerios, los gatos negros...y una gran lista de cosas que a la mayoría de personas les produce incomodidad? Hace muchos años, tendría yo unos once, maté a un gato negro.Fue sin querer. Lo encontré abandonado en un contenedor de basura y me lo llevé conmigo. Le di de comer, le mimé, incluso le puse nombre: Shado
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