No puedo creer que ese hombre tan orgulloso y prepotente, haya sido capaz de arrodillarse y disculparse. Me da miedo creer en él y que al final haya sido verdaderamente su culpa. Lo peor del caso es que noté sinceridad en sus palabras y en su mirada. Pero, si él de verdad no lo hizo, ¿quién pudo haberlo hecho? Nadie se me cruza a la cabeza ahora mismo. Sea quien haya sido, debe pagar por lo que hizo y me aseguraré de que así sea. Ese acto tan atroz no puede quedar impune.Llegamos a la casa y Aiden me dio espacio para que pudiera darme un fresco baño y meditar un poco. Mi cuerpo temblaba todavía tras recordar cada detalle de lo que vi. La idea de encontrarme sola, de tener que visualizar una vida de ahora en adelante sin mis padres, sin el calor de sus abrazos, sin sus palabras de aliento, sin sus sonrisas, sin el apoyo y amor que me brindaban, duele más de lo que pueda describirlo. Es como si una pieza de
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