El ambiente en la mansión había decaído, Alessia solo salía de su habitación para irse al trabajo y cuando volvía hacia la misma rutina. Ya no hablaba con Nikolai o Sonia, quienes intentaban al menos sacarle una sonrisa. Pero en la mente de Alessia seguía recordando las mismas imágenes, atormentándola hasta en sus sueños. Ocultaba sus ojeras con maquillaje, pero se notaba por su rostro que la estaba pasando mal. Sus pesadillas no le hacían juego a lo que decía en aquella carta de amenaza, eran peores cosas. Como si su mente también quisiera torturarla lentamente. Las únicas presencias en su habitación eran Fiodor y Hades que se mantenía pegados a ella, se sentía segura encerrada en una habitación sin saber de nada del mundo, o mejor dicho, del mundo de Fiodor.El ruso estaba más que preocupado de su pareja, su estado era delicado y se mantenía a su lado todo el tiempo. Claro que le devolvió el “regalo” a Alek, había secuestrado a su mano derec
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