Como todas las mañanas, se levantó una hora antes de la normal, se puso el uniforme, tomó su mochila y una manzana, y salió caminando lentamente a la parada de autobuses. Estaba lloviendo, así que se llevó consigo un paraguas.En la funda de su celular, se pudo divisar un pequeño sticker, el sticker que había guardado del regalo del muchacho. Estaba nerviosa, por alguna razón.Cuando llegó a la parada, se sentó pasiente en el banco a su espera; había pasado una semana y desde que el muchacho de cabellos verdes no iba al instituto, y eso le hacía sentir inquieta. Llevaba toda esa semana yendo una hora antes de lo usual a la parada con la esperanza de encontrarse con el joven, pero no sabía nada. Además de eso, todas esas tardes, pasaba de camino a casa por la tienda de Boo, con la esperanza de que él le diera respuestas del paradero de Rory Blair
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