Charley Hastings apenas tenía nueve años cuando comenzó a odiar el carbón y lo hizo sin darse cuenta, progresiva y lentamente, como un insecto que se metamorfosea en otro completamente distinto, pero al mismo tiempo continúa siendo el mismo. No lo vio llegar, ni sintió cuando se le posó en la piel, apoderándose poco a poco de cada pedazo de su cuerpo y siguiendo luego con sus pensamientos, sus ideas, sus sentimientos, llegando por último a su alma, ennegreciéndola con el paso del tiempo… o al menos eso era lo que pensaba años después, mientras observaba cómo se consumía entre las llamas, el cuerpo sin vida de una completa desconocida que acababa de violar y asesinar, pero para llegar a ese punto tubo que transcurrir muchos años. Sentado en una roca, bajo el breve techo de zinc que tapaba algo parecido a un portal en
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