La verdad duele, eso todos lo hemos aprendido en algún punto de nuestra vida ¿no es así? Sin embargo, algo que jamás aprendemos es que a pesar del dolor, aun nos sigue atrayendo las mentiras y los engaños. Siempre lo hacemos, a toda hora, mentimos a nuestros padres, hermanos, amigos, familia e incluso a nosotros mismos todo el tiempo pero cuando es hora de saber la verdad, esta suele doler demasiado. A lo largo de mi vida he tenido que lidiar con verdades capaces de matar, casi matan a mi hermana y mataron a mi madre biológica, pero yo tenía que ser diferente a ellas, no podía permitir que las verdades crueles que se ocultaban bajo el apellido Marshall buscaran consumirme hasta ahogarme porque debía ser más fuerte que ello. Debía ser como mi hermana. Siempre quise ser como ella, aun
Leer más