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Todos los capítulos de Santino, El demonio de la Mafia: Capítulo 31 - Capítulo 34
34 chapters
PRÓLOGO
                                                  VENGANZA INESPERADA                                                                SANTINO 2 —¿Te encuentras mejor mami? —Mateo se levantó del sillón donde había permanecido firme al pie del cañón mientras su madre pegaba de gritos y su padre trataba de curar la pequeña herida.   —Lamento hacerte pasar por esto cariño —Olivia lo atrajo entre sus brazos, Mateo de diecisiete años ya no cabía entre sus brazos.    —No te preocupes mamá, siempre estaré para ti, lamento si mi padre ha sido un bruto curando la herida ¿Te duele mucho? —Olivia asintió
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EL PÁJARO LLEGÓ AL NIDO
Siete años después… —¿Piensas salir? —Olivia observó a su hijo mayor, vestido de manera elegante con veinticinco años era cada vez más parecido a Santino y también asediado por las jovencitas, locas y hormonales. Por supuesto que eso no le hacía gracia a la señora Ferrari.Leer más
CONDICIÓN
—No puedes estar hablando en serio ¿Cómo qué quieres casarte? —Valentino cuestionó a Mateo. No veía a su primo contrayendo matrimonio de manera apresurada a menos que…»No me digas que las has embarazado. Mi tía Olivia pegará el grito en el cielo, cuando sepa esto. Mateo miró con cara de pocos amigos a su primo. Se lamentó por haberle revelado sus intenciones. Su madre tendría que haber sido la primera en saberlo, pero consideraba que aún no era el momento. Tenía una cita importante con el señor Wang esa tarde y quería estar preparado. —No digas tonterías Valentino, ni siquiera hemos dormido juntos, Anong es una maravillosa mujer y no quiero correr, todo a su tiempo —respondió el primogénito de los Ferrari Berlusconi. —Voy a creerte únicamente porq
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¡VOY A CASARME!
Mateo y Anong se despidieron de Somchai, volverían a reunirse el próximo fin de semana, para los detalles de la fiesta de compromiso. Somchai, había pedido algo grande, que diera de qué hablar por mucho tiempo en la sociedad tailandesa, alegando que Anong era la única heredera de su imperio y que pedía para ella lo mejor. —Por un momento creí que te negarías a la petición de tu abuelo. Anong sonrió ante las palabras de su novio. —Podría haberme negado. No estoy obligada a aceptar sus disposiciones. Si no lo hice ha sido por ti Mateo. No me estoy casando por el acuerdo solicitado por mi abuelo, he aceptado porque tengo interés en ti y no voy a continuar negándolo. Has sido muy valiente y eso me fascina de ti —Anong se estiró sobre sus pies para besar los labios de Mateo, quien la tomó de la cintura pa
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