Córdoba y yo entrevistamos a los padres de la víctima, que estaban muy afectados, como era de esperarse. Lo que nos contaron confirmaba más o menos lo que decían los reportes; Melanie era una muchacha tranquila y estudiosa, cuadro de honor en el cole, no tenía novio que ellos supieran y no se les ocurría quien pudiera ser su enemigo. Melanie no consumía drogas, según nos dijeron todos y según confirmaba el examen toxicológico de la sangre. Al parecer fue asesinada en horas de la noche anterior en que fue encontrada cuando venía precisamente de una de las pocas ocasiones en que salía a actividades sociales, en ese caso el cumpleaños de una amiga. Los padres se preocuparon, como era de esperarse, al no verla llegar y alertaron a las autoridades sin que esto sirviera de nada. —Sí, efectivamente —nos dijo el orientador, Guido Loaiza, un hombre de
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