Al día siguiente estábamos ya desde la mañana en la oficina preparándonos para un día de investigaciones.
—Al parecer el amante joven, Kevin Salas, era abiertamente homosexual —explicó Córdoba mientras revisaba la computadora y tomaba café mañanero. —Además de entusiasta de actividades “New Age” según he podido averiguar en sus redes sociales y con algunas llamadas a sus familiares. E incluso… bueno…
—¿Sí?
—Bueno, parece que pertenecía a un grupo de estudiosos del fenómeno OVNI y hasta aseguraba haber sido “contactado”.
—¿Contactado por aliens?
—Exacto.
—¡Vaya! ¿Y qué se sabe de Robles?
—Averigüé que tenía cierta participación dentro de gr
El domingo llegamos a eso del mediodía a La Sabana donde se realizaba una reunión del Círculo Antares, un pintoresco grupo de entusiastas del fenómeno OVNI. Se trataba de una colección de hombres y mujeres, la mayoría jóvenes veinteañeros de aspecto hippie, aunque al menos uno de ellos era un sujeto de edad madura con barba de candado y una boina que hablaba con acento español y al parecer era un “reconocido experto” sobre el tema OVNI.—Ah sí, lamentamos mucho la muerte de Kevin —nos dijo Carolina Alfaro, la coordinadora del grupo o, como ellos la llamaban, el Enlace, era una muchacha de cabello teñido de púrpura con muchos aretes, pulseras y ropas coloridas. Tenía rostro bonito pero estaba algo pasada de libras. —Kevin era un contactado ¿sabía?—Con eso imagino que quiere decir que lo contactaron extraterrestre
—Estoy empezando a pensar que si fueron los Hombres de Negro —le dije a Córdoba en la oficina. —No veo quien más pudo entrar a la casa, matar a las dos víctimas, y además salir dejando todo cerrado tras de sí. —Puede que tengás razón —dijo revisando registros en la computadora. —Si tuvo que ver con extraterrestres. —¿¡Qué!? ¡Lo decía en broma! —¿Te acordás del tipo mayor que estaba en La Sabana junto al resto de los hippies de los aliens? —Sí. —Pues es de nacionalidad española, se llama Juan Carlos Girón y se le busca en España por varios delitos de fraude y malversación de fondos respecto a donaciones recibidas por una fundación de investigación del fenómeno OVNI que dirigía. —Ya veo. ¿Y eso cómo se conecta a nuestro caso? —Según registros bancarios, Kevin Salas donó onerosas sumas de dinero a la cuenta personal de Girón. Dudo mucho que hayan salido de su bolsillo, Salas
Quien con monstruos lucha cuide de convertirse a su vez en monstruo. Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti. Friedrich NietzscheAtaduras, cadenas, bondage, torturas, gemidos quietos en la profundidad de la oscuridad de una habitación de hotel siete años en el pasado.“O” (como se había designado a si misma) se encontraba atada a la cama, boca arriba. Sus muñecas fuertemente sujetadas por esposas que resplandecían metálicamente con el bombillo que mal iluminaba la lóbrega habitación. Su boca se encontraba cubierta por una mordaza de bola y su cuerpo completamente desnudo, mostraba las marcas de la tortura; señales del látigo en la espalda, quemaduras provocadas por la cera derretida de las velas, sus glúteos tenían aún los rojizos hematomas causados por una afilad
Córdoba y yo entrevistamos a los padres de la víctima, que estaban muy afectados, como era de esperarse. Lo que nos contaron confirmaba más o menos lo que decían los reportes; Melanie era una muchacha tranquila y estudiosa, cuadro de honor en el cole, no tenía novio que ellos supieran y no se les ocurría quien pudiera ser su enemigo.Melanie no consumía drogas, según nos dijeron todos y según confirmaba el examen toxicológico de la sangre. Al parecer fue asesinada en horas de la noche anterior en que fue encontrada cuando venía precisamente de una de las pocas ocasiones en que salía a actividades sociales, en ese caso el cumpleaños de una amiga. Los padres se preocuparon, como era de esperarse, al no verla llegar y alertaron a las autoridades sin que esto sirviera de nada.—Sí, efectivamente —nos dijo el orientador, Guido Loaiza, un hombre de
Llegué en la mañana a la Sección de Delitos contra la Integridad Física, Trata y Tráfico de Personas. Allí me atendió el compañero Albán Rojas Morera, viejo amigo que conocí cuando trabajé en esa sección. Tenía unos kilos de más y ya se estaba quedando calvo, pero fuera de eso parecía el mismo. Me recibió muy animadamente.—Sí, hemos escuchado rumores sobre trata de personas en San Sebastián —me dijo cuando le consulté sobre el asunto—, pero hasta ahora no tenemos indicios serios.—Pero imagino que este chavalo de la pastoral ya habrá venido a hablar con ustedes.—En efecto, y creo que es un tipo bienintencionado, pero parece estar asumiendo que el que haya muchachas adolescentes sexualmente activas se equipara a prostitución infantil. Me temo que es más un
Estando más despejado al haber avanzado en el caso de Melanie Velázquez, llegué a la mañana del día siguiente a las afueras de los Tribunales de Familia a reunirme con Sandra Flores, mi ex esposa.Sandra era una mujer de mi edad. Tenía el cabello castaño, rizado y ojos de color miel. Cuando nos casamos, hacía como ocho años, era una belleza despampanante que volvía la mirada de los transeúntes y detenía el tráfico. Seguía siendo muy guapa, si bien tenía algunas libritas de más. Ya no era la veinteañera incauta y cándida que alguna vez conocí. Aquella que usaba bolsos de Hello Kitty y llevaba sus cuadernos abrazados con su mano derecha sobre el pecho camino a la universidad a sus clases de Derecho. Ahora era una mujer madura y experimentada, cuya madurez le otorgaba el aire atractivo y sazón como pocas mujeres consegu&
Sharlene Williams Tuffy fue encontrada asesinada en un lote baldío de la comunidad de San Sebastián. Diferente al lugar donde se descubrió el cadáver de Melanie pero aún así cercano. Le habían desfigurado la cara con cortes de arma blanca y había muerto estrangulada. Al igual que con Melanie no había evidencias de agresión sexual, aunque Sharlene claramente no era virgen; el reporte forense mostraba que era sexualmente activa desde hacía años y que incluso esa misma noche había sostenido relaciones sexuales horas antes utilizando condón, pues no tenía semen en el cuerpo sino remanentes de látex.No cabía duda de que era el mismo asesino. José Antonio “El Coco” Segura estaba bajo custodia, lo cual lo exculpaba de las sospechas. Igual sería procesado por drogas, pero ya los cargos de homicidio y probablemente los de proxene
Al llegar a mi casa encontré a Pamela Durán viendo televisión en el sillón de mi casa. “¡Cierto!” pensé “no se ha ido”.—Tus papás deben estar preocupados ¿te llevo a tu casa?—Ya los llamé y les dije que estaba con un amigo y que no sabía cuando regresaría y me dijeron que estaba bien. Como le dije, no les importo nada.Suspiré.—Lo lamento —dije sentándome a la par mientras ella hacía zapping en la televisión. —Podés visitarme cuando querás.Me observó largo rato y me puso la mano en el muslo.—Ya te dije que no quiero eso.—Pero yo sí —dijo jalándome el mentón con una mano y estampándome un beso que, debo admitir, supo a cielo.Suspiré