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14 chapters
xi
     Adrián echó ligeramente la cabeza hacia atrás, sorprendido y ahora además de intrigado, sintió que ella jugaba con él, sin saber qué otra cosa a hacer, tomó la única ruta que conocía, la verdad. —Hou —reclamó haciendo la cabeza atrás —pues, en realidad no estoy seguro, me parece que es la combinación de las infusiones de café y el cacao —respondió con calma rastreando en su memoria —como resulta un poco amargo le ponen algún lácteo, como crema o directamente leche.     La respuesta a Candy al principio le pareció desconcertante, después retorció la boca con repugnancia. —¿Caca? —dijo asqueada mirándolo con admiración —¿pero por qué hacen eso?     Adrián extrañado la vio por un segundo, comprendiendo de inmediato, y sonrió complaciente. —Hou no —dijo alegre al tiempo que se levantaba —no, el cacao es una semilla, como el café, se usa para preparar chocolate. —¿Chocolate? —requirió c
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xii
     El asombro y la felicidad detonaron en Candy, de un intempestivo salto, se levantó y abrazó a Alejandro, colgándose de su cuello obligándolo prácticamente a cargarla. —¿Estás bien? —preguntó al tiempo que soltándolo palpaba su pecho y sujetaba su mano —¿te sangró?     La vista del chico perdida, inmerso en felicidad parecía extraviada. —No... ¡estás casada!  La contestación del todo fuera de lugar pareció más una pregunta que una afirmación, claro, la incongruencia y el tono errático sorprendieron a Candy. —¿Qué?      Extrañada por la sorpresa de la respuesta, parecía absurda y sin querer apretó su mano. —¡Ay! —gritó al tiempo que en arrebato se soltaba, de inmediato regresaba la vista a Candy —¡tienes novio!      Una vez más ella que no podía comprender lo que a vistas parecían preguntas absurdas y un poco preocupada por la integridad
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xiii
     Un día, quizá mañana, quizá hoy sin saber el cómo, o tal vez con premeditación, cuando a nosotros se cruza un insignificante destello, el dulce aroma de una infusión, el monótono estribillo de una canción, el escozor del frio, la brisa del roció, sin querer, sin pensar, estamos de frente al futuro, y nos dejamos invadir por la emoción; empezamos el proyecto de vida, de nuestra vida, de tú vida; un proyecto tan grande que raya en lo descomunal, la hazaña que significará la razón de ser, lucharemos a sangre y fuego por la meta, pero sólo aquellos con la tenacidad de ser seguirán. Ungidos por la vida con la tozuda perseverancia del valor se levantarán una y otra vez; de nuevo renacerán de la ceniza, aprendiendo del error, cicatrizando la más profunda herida durante la batalla, y caminando de frente, solo al frente. Cuando al fin sucede llegamos a la meta, descubrimos que esa brutal ofensiva solo fue el principio, y pides más, quieres más.   &n
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xiv
     Para hacerlo fácil, Candy prefería llegar poco antes de sus citaciones, de esa forma si acaso algún aspirante no llegaba o llegaba tarde ella tomaba ese lugar, este día incluso llegó minutos antes de abrir la empresa, y como lo hacía para cada entrevista se acicaló con las mejores prendas que su disminuida economía le permitía, vestida con recato formal, sin perder el toque juvenil y alegre de su edad, esperaba nerviosa que se abrieran las puertas de acceso; mezclada en medio de los trabajadores, ella trataba de diluirse en el contexto, apartada a un lado recargada en un pilar veía los cristales que a manera de pared transparente ella podía observar el interior del edificio, al fondo logro ver que entre recepcionistas e intendentes lentamente se incrementaba el movimiento, y si, en punto de las nueve se abatieron los cristales que como compuertas permitieron el flujo de trabajadores al interior.      Casi al final como una sombra
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