Un día, quizá mañana, quizá hoy sin saber el cómo, o tal vez con premeditación, cuando a nosotros se cruza un insignificante destello, el dulce aroma de una infusión, el monótono estribillo de una canción, el escozor del frio, la brisa del roció, sin querer, sin pensar, estamos de frente al futuro, y nos dejamos invadir por la emoción; empezamos el proyecto de vida, de nuestra vida, de tú vida; un proyecto tan grande que raya en lo descomunal, la hazaña que significará la razón de ser, lucharemos a sangre y fuego por la meta, pero sólo aquellos con la tenacidad de ser seguirán. Ungidos por la vida con la tozuda perseverancia del valor se levantarán una y otra vez; de nuevo renacerán de la ceniza, aprendiendo del error, cicatrizando la más profunda herida durante la batalla, y caminando de frente, solo al frente. Cuando al fin sucede llegamos a la meta, descubrimos que esa brutal ofensiva solo fue el principio, y pides más, quieres más. &n
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