Anastasia le comento a mi madre lo preocupada que estaba por su madre, le dijo, casi no la veo, no sé si come o no, a veces me hace el desayuno, cuando regreso tengo que entrar a su cuarto o tocarle la puerta para saber que al menos responde, no sé qué hacer, se está consumiendo, se ha puesto muy flaca, temo que pueda pasarle algo.Mi madre comentó, no sé qué hacer hermana, me siento culpable de todo, no digas eso, es culpa de papá, no tuya, y él se lavó las manos, dijo mi madre, en ese sentido no los culpo dijo Anastasia, no podía seguir aquí viviendo así, yo nunca los he visto conversar y conociendo la arrogancia de papá tal vez me atrevería a decir que ni siquiera lo intentó.Bueno hermana, dijo mi madre, eso ya no importa, a papá que lo juzgue Dios, lo que importa es mamá, si sigue así ya sabemos lo que puede pasar, será que la
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