LEILATres semanas después…Después del aborto, estaba mucho más débil de lo que había pensado y concluí que la muerte de mi hermano, mi embarazo y mi infructuosa búsqueda de trabajo, me estaban pasando factura ahora. Todos los días, al caer la tarde ya me encontraba exhausta y me iba a dormir a la misma hora que el señor Luca.Durante estas semanas, Giulio se había comportado amable en todo momento, aunque distante. En ningún momento volvió a mencionar la deuda ni me pidió que me marchara como había esperado cada día lo hiciera.Sin embargo, a pesar de la enorme tristeza que me causaba su lejanía, encontré un gran consuelo en la compañía de su padre, con quien hablaba a diario, leía o jugaba al ajedrez.Silvert, el perro de Valentina, también me regalaba
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