El mejor día de la semana sin duda alguna será el viernes, digo, sabes que habrá un descanso, hay comida, tranquilidad y libros por leer. Luego de terminar el día escolar me encuentro en mi casa, leyendo y pretendiendo descansar. Sin embargo, no será para descansar, hace rato James me ha llamado para preguntar si saldré a correr. La oferta no es para nada desagradable, porque yo también me preocupo por mi salud. Ésto no quiere decir que tengo un cuerpo marcado, no, no estoy marcado, pero tampoco estoy fofo. Estoy en un perfecto equilibrio. Mientras espero que James llegue, leo un poco y preparo una botella con agua para el camino. – ¿Listo para mejorar tu aspecto físico, amigo? – habla James cuando abro la puerta. No puede ser más payaso. A
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