Capítulo 3

El mejor día de la semana sin duda alguna será el viernes, digo, sabes que habrá un descanso, hay comida, tranquilidad y libros por leer. Luego de terminar el día escolar me encuentro en mi casa, leyendo y pretendiendo descansar. Sin embargo, no será para descansar, hace rato James me ha llamado para preguntar si saldré a correr. La oferta no es para nada desagradable, porque yo también me preocupo por mi salud. 

Ésto no quiere decir que tengo un cuerpo marcado, no, no estoy marcado, pero tampoco estoy fofo. Estoy en un perfecto equilibrio. Mientras espero que James llegue, leo un poco y preparo una botella con agua para el camino.

– ¿Listo para mejorar tu aspecto físico, amigo? – habla James cuando abro la puerta. No puede ser más payaso. Asiento lentamente y comenzamos con la caminata. Según el plan de James, tenemos que recorrer 6 Km, 3 de ida y 3 de regreso. Sencillo – Landon ¿Desde cuando te gusta Charlotte? – esperaba que lo preguntara.

– Desde 6to grado – el chico abre los ojos con sorpresa.

– ¿Y nunca le has hablado? – niego lentamente – esto es algo o muy bueno o muy malo. Landon y nunca has tenido ganas de hablarle – asiento lentamente – bien, comprendo que eres tímido, pero con que le digas hola no te va a pasar nada.

– Tú crees que es sencillo, pero no sabes la angustia que hablar me provoca siento que en cualquier momento me ahogaré con mi propia saliva, múltiples escenarios en donde hago el ridículo se proyectan en mi mente.

– Estás mal Landy, estás mal. Es sencillo confía en ti, ese es el secreto – puede que el chico tenga la razón No PUEDE que la tenga, la tiene he escuchado ese consejo desde que tengo memoria. Más adelante hay un grupo de chicas y sé lo que viene: 1) Morir de vergüenza  2) Ser un cero a la izquierda entre otras muchas cosas.

James como siempre siendo un Don Juan se acerca hacia ellas diciéndome que mire cómo él lo hace, de verlo como lo hace ya estoy cansado, siempre es lo mismo (sea que me enseñe o no siempre es lo mismo) se acerca a la chica, le sonríe y le pregunta si es de por aquí, la chica le dice su lugar de origen y él le dice que solía vivir ahí y jamás la había visto. Cuento viejo.

Estoy sentado viendo como James flirtea con la chica y, como ya estoy acostumbrado a verlo, mejor leo, si la cosa se llega a poner fea (entiéndase por fea que la chica lo abofetee) me acerco a salvarle el pellejo, de lo contrario estaré leyendo las aventuras de Miguel Strogoff a través del territorio Ruso para informar al Zar sobre la invasión del ejército Tártaro.

Según mis cálculos llevo una hora sentado en la misma banca, el aire sopla fresco, el olor a flores es intenso, pero ligero, la sombra del gran roble me ha cubierto desde que llegué. Un olor a vainilla muy dulce llega a mi fosas nasales y me causa algo de náuseas, no me gustan los olores demasiado dulces, además de una respiración, bajo mi libro y a mi lado veo a una chica que también me ve y sonríe ¿Cuánto tiempo lleva ahí?

– Hola – la chica se muestra sonriente.

– Hola.

– ¿Te molesta si me quedo aquí? – niego lentamente, viendo la portada de mi libro – ¿te gusta la ciencia ficción? – asiento lentamente – por lo que veo eres un chico de pocas palabras, me agradas, me llamo Maya.

– Me llamo Landon – como era de esperarse, me quedo en silencio, ella se le nota incómoda ¿y quién no se pondría? Así que poniendo en práctica el consejo de James – ¿a tí te gusta leer? – supongo que no se burlará de mí.

– Me encanta, me gusta la ficción adolescente y un poco de ciencia ficción ¿y tú qué lees?

– De todo.

– ¿Siempre lees así? – no entiendo su pregunta, pero tampoco le pido que me lo explique, ella comprende y me dice – lees en voz alta – demonios ¿empecé a leer en voz alta? Lo que me faltaba, no sé cómo actuar ante esto, digo ¿Qué clase de persona lee en voz alta cuando está solo? 

– ¿Crees que estoy loco?

– ¿Conoces algún cuerdo feliz? – estaba por decirle que es de mala educación responder una pregunta con otra pregunta, pero su argumento es tan bueno que no puedo decir nada.

– Tienes razón – sonríe y balancea los pies. La veo y luego bajo la mirada porque no sé qué más decirle. Tengo muchas preguntas que puedo hacerle, pero ninguna sale de mi boca. Tengo en mente preguntarle sobre si oye música, digo ¿Quién no escucha un poco de música? Y parece que ella igual quería preguntar lo mismo.

– ¿Te gusta la música? – ambos hacemos la pregunta al mismo tiempo. Ella se ríe y yo sonrío nada más. Estoy muriendo.

– Tú primero – le digo para que haga la pregunta.

– ¿Te gusta la música? – asiento – ¿De qué género? 

– Clásica – curva las comisuras de sus labios hacia abajo y afirma lentamente.

– Yo prefiero algo más nuevo, me gusta el pop – también podría decir que escucho pop, por Joselyn, ella suele ser un poco irrespetuosa y reproduce su música en donde sea – aunque, la música clásica relaja.

Volteo hacia donde está James y parece que a las chicas ya las ha enganchado con sus historias, historias más ficticias que mis ojos verdes, Maya mira en la misma dirección que yo y su mirada se endurece mucho hasta se sonroja levemente, parece Tinkerbell. Quien sabe en que ande metido James.

– ¿Lo conoces? – me pregunta Maya. Asiento en respuesta, frunce el ceño – ¿Cómo alguien como tú puede ser amigo de él?

– ¿Te ha hecho algo? 

– A mi hermana, la engañaba con otra chica – chispas, tengo miedo de lo que pueda llegar a pasar. Por dentro estoy muy sorprendido, nunca pensé que James fuera así. Si antes no sabía qué decir, para este momento menos. Maya mira el reloj de su muñeca y luego me ve a mí – se me ha ido el tiempo hablando contigo. Ha sido un gusto conocerte Landon.

– El gusto es mío.

– Nos vemos Landon, hasta el fin del mundo…

– Y de regreso – completo la frase, sonríe y se aleja.

Es la primera chica que no conozco con la que sostengo una conversación sin morir de nervios y quien sabe si nos volveremos a ver, me agradó. Me levanto de la banca y veo mi teléfono y efectivamente ya es tarde.

Me acerco hasta James quien sigue contando historias o eso pensaba porque al llegar donde ha estado todo el rato, lo encuentro besándose con la chica. No pierde tiempo mi amigo. Esperen, esperen ¿Acaso no tenía novia? Quisiera darle con el pie, pero temo lastimar a la chica así que carraspeo la garganta, esperando que me oigan, sin embargo, se acomodan y siguen en lo suyo, intento carraspear más fuerte, pero es inútil. Viendo que la situación no tiene un fin próximo me alejo por donde he venido, meto mis manos en los bolsillos y sigo el sendero.

No creo que algo le pase a James, sabe defenderse, aunque me siento mal por dejarle sin avisar, pero no es que estuviera haciendo algo digno o bueno, si mal no recuerdo estaba engañando a su novia con esa chica. ¡Qué dilema! Igual sabe el camino de regreso.

***

Sábado por la mañana, siento un ligero dolor en las piernas y en los pies, debido al ejercicio de ayer, lo normal. Viendo mi teléfono me encuentro con un mensaje de James, preguntando el porqué le había dejado sin avisarle, no le he respondido.

Creo estar en una de esas mis facetas en donde desprecio al mundo sólo porque sí y se debe a la falta de azúcar en mi sistema. Algo muy raro, pero es lo que hay ¿Qué se le va a hacer? Mamá ya se ha ido al trabajo y... tengo hambre. Llaman a la puerta, hay dos opciones: O es un vendedor o es Joselyn.

– Landon abre la puerta sé que estás despierto llevo un rato viéndote por la ventana –grita la loca de mi amiga y cuando termina la frase pongo cara de confusión, aunque ella no pueda verme expreso en todo mi ser la confusión. Joselyn puede llegar a ser bastante rara. Camino hacia la puerta y la abro – Hola Landy ¿Todo bien? – dice con una pose de presentadora de televisión.

– ¿Por qué me espiabas? Estás enferma – le invito a pasar, si no ella entraría de todos modos – ¿Qué quieres? 

– Pasar tiempo con mi amigo – la veo con los ojos entrecerrados, ella no me engaña – Está bien, está bien, tengo hambre y mamá no está y no sé cocinar – se sincera y se deja caer en el sofá – anda búrlate de mí por no saber cocinar – cierra los ojos con frustración.

Teniendo en claro que Joselyn no se irá hasta que coma y, tampoco es que me moleste su presencia preparo un platillo gourmet, un platillo de tiempos ancestrales que muchos conocen, pero pocos saben dominarlo. Cereal con leche. Pongo los platos en la mesa, llevo lo necesario y me siento, tomo primero el cereal y lo pongo en el plato luego le agrego la leche, como toda una persona normal.

– Landon si vas a comer cereal hazlo bien, todos saben que primero se pone la leche luego se le pone el cereal.

– ¿Estás demente? Primero es el cereal, así cabe más en el plato.

– Si quieres más te puedes servir luego.

– Primero es el cereal.

– Primero es la leche. 

– Primero es el cereal – cuando termino de decirlo llaman a la puerta ¿Quién será? Me levanto para ir a abrir, pero antes como toda persona paranoica veo por el ojo, y es James, vaya que sorpresa, le abro.

– Landon, ¿Por qué no me respondes los mensajes? – me hago a un lado para que pase.

– No he revisado mi teléfono ¿Querías algo?

– Saber por qué me dejaste tirado ayer.

– Estabas muy ocupado con la chica  – para este punto de la conversación estamos los tres sentados en la mesa y Joselyn le dedica una mirada de sorpresa a James. 

– Me das asco James ¿Y qué pasa con Laura?

– Landon no tenías que decir eso.

– Pero si me estabas pidiendo una explicación – levanto las manos y sonrío, vamos que esta situación es muy divertida.

– Conociste a Maya ¿No es así? – James cambia de tema captando la atención de Joselyn.

– ¿Tan rápido te has olvidado de Charlotte? 

– No.

– Entonces ¿Por qué hablas con una chica que no es Charlotte?

– Se acercó a hablarme y pasó – Joselyn curva su sonrisa hacia abajo y asiente.

– Bueno no moriste hablándole eso te da una señal de que puedes hablar con Charlotte sin morir.

– Pero Landy ya ha hablado con Charlotte y no ha muerto – interviene James, Joselyn le sigue – necesitas una constancia hablando con ella para que se de cuenta que tú le gustas.

– ¿No es al revés? – pregunta confundida Joselyn.

– No – indica James – Landon es un buen chico, un buen chico guapo, Charlotte no podrá resistirse a su forma de ser.

– Ya chicos suficiente, ya hablaron de mí, cuentenme de ustedes – si no les ponía un alto seguirían hasta definir el nombre de mis hijos.

No hablaron mucho de ellos Joselyn dijo nada más que ya tiene en mente como se disfrazará para ir a la fiesta, James se excusó de haber engañado a su novia porque las cosas entre ellos no han estado bien. Yo opino que eso no está bien, aunque no se den bien las cosas deben hablar y llegar a algo. Luego de que los chicos se fueran, más bien, James se fuera tengo que ir a hacer las compras de la semana, para eso tengo la compañía de Joselyn.

– Landy ¿Irás a la fiesta?

– No ya te he dicho muchas veces que no.

– Landon no seas amargado, diviertete eres jóven.

– Me divierto leyendo y lo sabes.

– Las fiestas también son divertidas.

Ruedo los ojos ante su comentario, y busco el frasco de pepinillos, mamá compra de cualquier marca, pero a mí no cualquiera me convence, tienen que tener un color verde lima y un aspecto lindo. Joselyn parece niña leyendo las etiquetas de todos los encurtidos. A pesar de que tengo la vista puesta en los frascos de soslayo he podido ver que Charlotte está aquí en el supermercado.

Me pongo en alerta, no sé porqué si en un caso hipotético se acerca puedo hablarle normal. Ya lo he hecho, y efectivamente Charlotte al verme se acerca. Busco a Joselyn, pero no la veo de seguro está en el pasillo de los dulces.

– Hola Landon ¿Día de compras? – asiento. Empezamos mal, mira lo que tengo en la mano – ¿te gustan los pepinillos? – asiento, veo que ella hace una mueca.

– ¿A tí no te gustan? – me doy una palmadita imaginaria por haber hecho una pregunta, ella arruga la nariz y niega lentamente.

– Prefiero los jalapeños – por detrás de ella se acerca un chico que lleva en las manos dos cajas de harina para pastel, no sabe por cual decidirse me parece. Se acerca a Charlotte.

– Charlie no sé cuál de las dos llevar – no sabía que Charlotte tenía un hermano.

– Esta es mejor, me gusta la vainilla – señala la caja y le guiña el ojo. El chico repara en mi presencia. 

– Erick él es mi amigo Landon – me presenta – Landon él es mi novio Erick – ¿¿Novio?? Me quedo petrificado por unos segundos luego reacciono.

– Un gusto Landon – me saluda Erick, en respuesta levanto la cabeza.

– Es un chico de pocas palabras, pero es súper agradable – le dice Charlotte. 

– Landon ¿Qué prefieres? ¿Gomitas dulces o gomitas picantes? – pregunta Joselyn viendo ambas bolsas de dulces, al levantar la cabeza mira a las 3 personas que estamos en el pasillo y arquea una ceja – ¿Me he perdido de algo? 

Ay amiga.

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