Saravi. Me senté fatigada, tratando de acompasar la respiración al esfuerzo que había hecho para con mi hijo. Así que dejé que Kalil se hiciera cargo ahora. Zaid corría apresurado por el jardín. Este era su juego favorito desde que cumplió los tres años, le encantaba que su padre fuera tras él, hasta tomarlo de forma brusca y levantarlo en sus hombros. Todos reímos luego de su carcajada que procedió cuando Kalil lo levantó, ver esta escena me llenaba hasta los huesos cada vez que ocurría. Zura, Kader, Hanna y Basim estaban compartiendo el momento como una gran familia, con expresión de felicidad en sus rostros, después que los niños habían llegado, definitivamente ellos cambiaron tanto, que solo tenían ojos para ellos. Zaid era nuestro primer hijo, el primogénito, muy parecido a Kalil. Naim era el segundo. Tenía un año y medio y ahora mismo estaba en las piernas de N
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