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Todos los capítulos de Amor Real (Libro I): Capítulo 21 - Capítulo 30
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Capítulo 20
Saravi.El paso que llevo es tan rápido que siento que mis pies no tocan el piso. La ira me va consumiendo cada que pasa un segundo. Es imposible no pensar lo peor en esta situación, por más que trato de salva guardar mis pensamientos y no dejar que mi corazón me traicione, no puedo dejar de condenar a Kalil por esa mujer que ahora mismo se encuentra reunida con él.Llego hasta las inmediaciones de mi habitación y logro sacar a Nadia de sus ocupaciones para que vaya conmigo hacia uno de los jardines, porque para mí, es necesaria su compañía.—¡Majestad…! ¿Qué ocurre? —pregunta alterada. Y no es para menos, yo llegué como un torbellino sin educación casi tirándole las cosas de sus manos, para que viniera conmigo al jardín.—¡No que hacer, Nadia! ¡No sé a quién pedir ayuda
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Capítulo 21
Saravi.—No preste atención a Umar… —el vizconde me saca de mis pensamientos, colocando su mano en mi hombro, diciéndome que no tome importancia a nada de lo que ese hombre trata de hacer conmigo. —No entiendo nada, Fais —expreso resoplando y conteniéndome con esfuerzo—. Si yo no era de su agrado ¿Por qué me eligió para su hijo? ¡Es evidente que me odia!Fais no dice una palabra, solo aprieta su mandíbula demostrando que de cierta forma sabe muchas cosas que yo ignoro completamente. El vizconde me toma suave por el codo para llevarme hacia la dirección donde se encuentra Hanna tan lejana en sus pensamientos, como lo estaba yo hace unos momentos. —Venimos a llamarte aquí a la tierra, Hanna —reclama el vizconde mientras que ella se exalta nerviosa, colocando su mano en el pecho. —&iexc
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Capítulo 22
Kalil. No quiero parecer intenso preguntándole cosas, ni tampoco dando rienda a las palabras que me ha dicho Alinna, no puedo anteponer sus dudas y sus supuestas sospechas antes que mi propia esposa, la reina de Angkor. Necesito confiar en ella. —Tienes ese derecho, no estás obligada a estar en mi presencia si así no lo quieres. Creo que he sido claro contigo, conmigo las cosas no se darán a la fuerza, Saravi. Su rostro me demuestra que está preocupada, de hecho, mis palabras la han puesto más nerviosa de lo que estaba. Quisiera saber si el motivo de su nerviosismo es a causa de Alinna, o de otra cosa por la cual deba preocuparme. No voy a quitar el hecho de que ella no debe sentirse cómoda con la presencia de Alinna en el palacio, y más aun sabiendo lo que Hanna me dijo sobre Saravi. Ella sabe que tuve una relación con Alinna en el pasado, aún sigue pensando que hay algo entre nosotros. Entiendo que eso no d
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Capítulo 23
Saravi. Han pasado horas, creo acertar desde el momento en que comencé a relatar todo y cada uno de los detalles a mi padre. Sus ojos enrojecidos y su cara pálida dejan en evidencia lo preocupado que está.  Y no es para menos.  No logro imaginar siquiera que pueda depararnos, no sé si en el momento en que la corona sepa todos mis secretos, podrán tener al menos un momento de cordura para no controlar la rabia que puede producir lo que yo he hecho. Lo único en lo que estoy totalmente clara es que nunca mi motivo fue venganza o hacer daño por hacerlo.  Yo pensé que estaba actuando de la manera correcta.  —¡Por Dios, hija! ¡¿Pero en qué momento se te nubló la mente de esta manera?! —reclama levantándose, tomando su cabello en desespero y haciendo que mis labios tiemblen. —No lo sabía, ¡no sabía que estaba jugando al bando equivocado, papá!  —Pero, ¡¿cómo no?! ¡Es
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Capítulo 24
Kalil. Su cuerpo vibra en mis brazos como si no soportase resistir más a lo que está sintiendo, sus manos se esparcen por mis hombros y por mi espalda de forma apresurada, sacando la camisa totalmente agitada para que nuestros cuerpos puedan hacer contacto. Un gruñido ronco sale por mi garganta cuando su piel y sus pechos tocan el mío, mi piel se enchina al instante y Saravi se arquea estremeciéndose ante el roce. —Kalil…—pronuncia desesperada, su rostro está rojo ante la temperatura elevada, pero su mirada solo me dice que quiere lo mismo que yo. La unión de nuestros cuerpos. —¡Mírame, Saravi! —Indico tomando su rostro, a la vez que mi cuerpo presiona el de ella contra la pared—. Dime que quieres ser mía, ¡Di qué, lo quieres! —Yo soy tuya, Kalil, soy tuya y siempre lo he sido… Sus palabras crean un choque profundo en mis sentidos, uno que jamás viví con otra persona, el significado de sus pal
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Capítulo 25
Saravi. Abro mis ojos lentamente mientras trato de estirar mi cuerpo sintiendo la sensación incalculable del descanso, dando paso a que una sonrisa se deslice por mi rostro para que el buen ánimo se inserte en mi cuerpo y en mi mente. Tenía mucho tiempo de no sentirme así. Recuerdo los detalles de la noche, todos ellos, del cuerpo de Kalil y de sus manos pasando por el mío, entonces me estremezco de inmediato. Me corro hacía los lados tocando el espacio vacío restante de la cama, y una leve decepción se instala en mi sistema percibiendo que Kalil ya no se encuentra junto a mí. Me levanto colocándome una bata encima y quitando el cabello desordenado de la cara. Necesito llamar a Nadia y salir lo más pronto de esta habitación. Necesito encontrar a mi padre. En unos minutos mi dama entra a la habitación sonriendo como siempre para ponerse a la disposición de lo que sea que le pida. —Me alegr
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Capítulo 26
Saravi.Luego de unos minutos, logro tranquilizarme por completo en los brazos de Fais, quien mantiene un agradecido silencio desde que me recogió en el suelo. Pará él debió ser una impresión ver a la mujer que en teoría debería mantener la compostura y dar ejemplo a los ciudadanos, en esta condición. —Pediré un té, deme un momento —dice mientras se levanta y yo asiento levemente. Luego de que regresa al minuto, se sienta nuevamente a mi lado para mirarme fijamente. —¿Qué ocurrió para que la perturbara de esa manera? —pregunta tomándome de las manos. —Una vergüenza… Algo que sin duda alguna destrozará a la familia…—Puedes decirme, la familia Sabagh es como si fuera mía —dice pasando su dedo por mi mano pareciendo una cari
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Capítulo 27
Saravi.Mi corazón se detiene y la boca se me seca en un segundo, ¿Cómo puede estar sucediendo esto? ¿Cómo pudo verme exactamente ella?Lo más importante es: ¿Qué diré en mi defensa si todo es verdad? Coloco una mano en mi estómago ante el nudo que se me ha hecho y doy unos pasos hacia atrás consternada dejándome caer en el asiento. Si yo pude imaginar un escenario aterrador, creo que ninguno se igualaría a este. Frente a Fais, frente a Hanna y la mano derecha del rey, Basim. Definitivamente esto no se trataba de mi madre.—¿Por qué se hace el desentendido, vizconde? Usted viajó con ella, ¡Usted es cómplice! —repite Alinna despiadadamente incluyendo a Fais en mi desgracia.Por fin logro observar el rostro de Kalil para de una vez terminar de romperme el alma, en definitiva. Él quiere no c
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Capítulo 28
Saravi.Mi sentido de libertad se ha vuelto un fracaso, un deseo vago que se apoderó de mi desdicha, ese mismo de querer romper con la estructura elaborada en la que nací; aquellas ganas inmensas por querer demostrar justo como soy y la Saravi real que quería mostrar, me han llevado a estar donde estoy y en la condición en que me encuentro.Estaba agonizando poco a poco, estaba rompiéndome por dentro, lo podía sentir cada minuto en que mi mente generaba un pensamiento mientras que mantenía una coraza para no derrumbarme a quien sea que estuviera frente mi.Pero lo peor, lo peor era esa sensación de impotencia y desesperanza.A ciencia cierta pienso que la tristeza nos concilia con la realidad, esta era mi realidad desde hace mucho, solo que no tuve la oportunidad de palparla como ahora.Llevo prácticamente una semana yendo y viniendo por inercia de la peque&nti
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Capítulo 29
Kalil. Lentamente abro los ojos mientras una punzada traspasa mi cabeza burdamente. Llevo las manos a mi frente mientras me siento con cuidado para minimizar el latido que se incrustó en mi cabeza. El ardor en mis nudillos hace que abra los ojos completamente y los centre en mis manos. No sé en qué momento sucedió, pero ahora mismo tengo vendas en ellas. Aspiro fuertemente el aire, estoy realmente jodido, no me bastaba con tener todo por dentro destruido para completarme con esto. Es una vergüenza. Pero los toques de la puerta me alertan de inmediato, tomo la sábana para tapar un poco mi cuerpo, ya que estoy completamente desnudo. Entonces el rostro de la persona que menos quiero ver en estos momentos se asoma en la puerta. Alinna. —Hola —dice con toda la dulzura sobreactuada—. ¿Cómo amaneces? —Estoy bien… —¿Quieres que pida un desayuno para ti?, tal vez no saben que d
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