Rebeca Los hombres de Jean, me sedaron para que no siguiera gritando, ni opusiera resistencia, cuando abrí los ojos, me encontraba en una lujosa habitación, no podía creer lo que me estaba pasando, obviamente estaba encerrada con llave y la ventana tenía barrotes para que no pudiera escapar, y debía estar en un tercer piso, porque se veía bastante alto. No me importaba lo que me pasara a mí, lo que me preocupaba realmente, era lo que estaría pasando con Liam, en ese momento, estaba muy segura de que Jean Page, el importante hombre de negocios, era capaz de matarlo, tal vez él no lo haría personalmente, pero seguramente, le ordenaría a alguno de sus hombres que lo hiciera. Golpee la puerta insistentemente, pero nadie me abrió, estaba cansada de gritar, de llorar y de suplicar, tal parecía que, en esa casa, sólo estaba yo, recluida en esa jaula de oro. Pasaron muchas horas, por la luz en la ventana supe que había anochecido y el canto de las aves me ind
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