LiamEn cuanto vi a Shirley, corrí a auxiliarla, afortunadamente gracias a mis conocimientos médicos, pude ayudarla, estaba muy lastimada, pero no tenía ningún hueso roto, los golpes en el rostro eran los más aparatosos, tenía los ojos morados e hinchados, así como el labio roto.Shirley no quiso que llamáramos a una ambulancia, estaba muerta de miedo.—Llama a mi madre, dile que no venga, él va a volver —Balbuceaba, presa del dolor.—Nena, debemos llamar a la policía, esto no puede quedar así, debemos denunciar a quien te hizo esto.—No podemos hacerle nada, él es policía, no nos van a creer que él me hizo esto. —Ayúdame Liam, debemos irnos de aquí, detrás de la puerta, hay una fotografía, quítala y en la pared hay un hoyo, dentro hay un sobre con dinero, con eso podremos pagar un hotel
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