Dani Regresé a mi asiento, frente a Stefan, fingiendo que no había hecho nada indecente en el baño de mujeres. Stefan me sonrió, le pedí disculpas por la demora, excusándome con que tuve una llamada de mi madre, y él me dijo que no me preocupara. Pensé que nos quedaríamos en silencio, pero empezó a platicarme sobre cómo fue que obtuvo el empleo en la universidad. Iba a sonar mal, Stefan estaba siendo todo un caballero, me había traído a un lindo lugar y era amable, conversador, pero no podía prestarle atención después de haberme permitido deslizarme con Nathan en el tocador. Mi piel tenía memoria propia, aún podía sentir los labios de Nathan succionando mi cuello, sus manos presionándome con fuerza, sosteniéndome sobre la pileta del baño. Lo que hicimos despertaba esas cosquillas interesantes por todo mi cuerpo, ese deseo continuo de querer seguir haciéndolo con él. Intenté resistirme a su juego seductor, pero no pude hacerlo, fue demasiado difícil p
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