Todos los capítulos de Irremediablemente Tuya. Serie Millonarios. Libro 1.: Capítulo 1 - Capítulo 10
48 chapters
Prólogo.
Mientras subía a Susset al auto y acomodaba el cinturón de seguridad en la silla para bebés logro escuchar a Eloín enfrascado en una discusión,  cosa que me extrañó ya que es muy controlado.Saqué la cabeza de donde la tenia escondida y alcancé a escuchar:—¡Por supuesto que no! Eso no va a pasar – con la mano en la cintura Eloín casi vociferaba.  —¡Ni lo sueñes! Y no te atrevas porque me la pagarás, yo no tuve la culpa – pero como la curiosidad mató al gato, me acerqué y lo último que escuché me cayó encima como un balde de agua fría — Yo no soy el padre de tu criatura, búscate otro a quien embaucar con eso – mi mundo perfecto se derrumbó, mi vida se limitó a unas palabras susurradas por mi esposo. Él es mi vida y creo que la perdí…A puntito del colapso reúno todas mis fuerzas para recomponerme y recordando las palabras de mi madre “ Nada ganamos con hacer un escándalo, las mujeres de alta sociedad debemos ser perfectas
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Capítulo uno.
Cinco años antes...                                                                                 Susset balbucea algo que no entiendo mientras Boris le hace mil carantoñas y le entrega su juguete favorito.—¡Eloín tiene otra mujer! – suelto como si fuera cualquier cosa y el nudo en mi garganta puja por asfixiarme.—¿Qué has dicho Miggui? – mi amigo tiene los ojos tan abiertos que temo le caigan dentro de su mimosa.—¡Lo que escuchaste Miggui! Mi esposo perfecto me es infiel
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Capítulo dos.
Mientras comparto una mimosa sin licor con mi amigo Boris en la terraza de la pedazo de casucha que mi ex esposo me dejó cuando nos divorciamos, éste insiste en que debo cambiar mi estatus social ya que ahora soy una empresaria en el campo de la belleza y la estética.—¡Insisto en que debes darte vida de reina Miggui! Te lo mereces además ¡tienes con qué! – expresa por enésima vez mi amigo. Mi autoestima se encuentra tan baja que ni siquiera el dinero me la sube.—¿A dónde iré Miggui? – lloriqueaba mientras untaba más chocolate derretido a una tostada — Soy una pobre mujer madura y solitaria, mi vida apesta ¿sabes? - pronuncié en tono lastimero, untando más chocolate a la misma tostada. —¡Suelta eso! Te pondrás gorda, deberías cambiar tus hábitos alimenticios para representar tu misma a la empresa – hago un puchero al no poder quitarle el frasco de chocolate para untar — Además, eres una solitaria porque así lo deseas, te he p
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Capítulo tres.
Hoy es lunes y ¡son las siete de la mañana! Es tarde, pero como soy la jefa puedo ¿no? me ducho rápidamente y me enfundo un vestido color magenta con el cual mis curvas se notan a leguas de distancia, si bueno; tengo un cuerpazo y unas bubis - muy mías -, extraordinariamente generosas y una piel clara, bella, cremosa y brillante. Lo cual no me sirve una mierda porque a mis cuarenta y dos años no tengo una pareja fija desde hace cinco que me divorcié. Es un pecado desearle mal a tu prójimo pero solo quiero que la “mierda seca” de Eloín y su pene diminuto sufran un desmayo a causa del sol ¡ja! El único orgasmo que sentí con algún órgano de su cuerpo fue con su dedo corazón. Porque ahora que me he convertido en una pervertida sexual, se que lo vivido con ese esperpento fue una farsa con sus catorce  centímetros de pito. Leer más
Capítulo cuatro.
.¡Que belleza de mujer! ¿Será natural toda? ¡por favor Rogers! ¿Qué pensamientos son esos? ¡que chismoso! Creo que soy hombre muerto, mi novia psicópata va a asesinarme, pero tiene un cuerpo de infarto y un rostro precioso, toda es bella, el cabello, las piernas, el… ¡Dios que desastre! Si Susan llega en este momento me castra por comerme con los ojos a esa mujer. Debo tranquilizarme ya, porque el  pantalón se ajusta de manera incomoda en  estos casos. Esta mañana cuando llamé a mi amigo Boris, no pensé nunca en venir aquí; aparte de las circunstancias que me lo impidieron,  no tuve jamás la intención. Es que ¿un centro de belleza? ¡por favor yo, siempre estoy ocupado pero, hoy es diferente. Esta mujer puede levantar el ánimo de cualquier hombre con esas… ¡
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Capítulo cinco.
Esto es increíble, ese desgraciado no tiene escrúpulos y me dice fresquísimo que se irá con mi bebé a Canadá para que vea la nieve y pase su cumpleaños esquiando ¡es una mierda! voy a contratar un sicario para que le quite a su mujerzuela de quinta y se la secuestre ¿o esos son los que matan? ¡Ay no sé, quiero llorar! — ... no me importa Eloín Thompson, porque después se quedará un fin de semana completo conmigo te guste o no! - contuve el sollozo que quemaba mi garganta, no le voy a dar el gusto de verme destruida ¿Dónde encuentro un maldito abogado que no se venda? — Ella lo pidió y como tu eres tan poca cosa entonces se lo daré yo - acabó con la paciencia que no tengo con su sucio comentario. ¡Ahora si que lo mato! — ¡Escúchame bien pedazo de porquer&ia
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Capítulo seis.
Capítulo seis.¡Uf! ¿no entiendo por qué amanece tan rápido? Bueno, tampoco es que haya llegado de noche ¿no? muevo el cuerpo para deshacerme de las sábanas molestas que se enrollan en mis piernas y toco un cuerpo duro y sedoso, es de un hombre tomando en consideración que está bien definido por lo que toco, pero no recuerdo haberme traído al idiota que golp...¡Ay Santa Cachucha!¿A quien tengo en mi cama!¡Ay Martha André! ¿por qué no te comportas y dejas de revolcarte con lo primero que encuentras? Tomo aire y trato de incorporarme para salir de la cama ¡Mi cama! ahora si que tendré cien años de mala suerte. Profané el templo de mi alma, mi alcoba, mi cama. Soy un desastre, una pobre mujer que necesita sexo… y es solo necesidad porque después de esto quedaré sola de nuevo. Las lágrimas corren por mis sienes ya que no me atrevo a quitar la sábana. ¡Torpe, torpe, torpe! si continúo golpeando mi cab
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Capítulo siete.
 ¡Qué imbécil! Rogers deja de meterte en aguas profundas porque no sabes nadar. Me recrimino con las manos en la cabeza, no dejo de pensar en esa mujer. Y ahora debo sacar de donde sea un gato para que Sheila lo lleva a consulta.— ¡No, de ninguna manera! no me agradan los gatos - debo lograr que lleve el gato ya que me averguenza el hecho de haber llamado solo porque sí.— ¡Cariño por favor! seré tu esclavo - me observa con interés, ya tengo su atención y eso me dá ventaja — ¿Queres desayunar? - asiente — ¡Hecho! - ¡já gané!— ¡Serás mi esclavo una semana! - ¿qué? — Necesito una cita para el miercoles, mis amigas de la universidad planearon un encuentro y bueno... yo soy la única que no tiene novio - ¡carajo!— Pero yo si tengo novia ¿recuerdas? - asiente y le resta importancia con la mano derecha.— ¡Cierto, es mala idea olvídalo! - necesito un novio para esta chica.— Pero A
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Capítulo ocho.
— ¡Oh Dios Lester Farrow te amo! - Boris arruga la cara frente a mi declaración — ¿Sabes qué? me siento en este momento muy excitada y me encantaría... - recibo un golpe en la cabeza con la almohada de plumas que lanza mi amigo — ¡Hey eso dolió! - le lanzo malos ojos y salgo de la cama para poder platicar con Lester.— ¡Dios mío, princesa no puedes decirme esas cosas! no mientras aún me encuentro en la casa con mi mujer e hijos - es un amor ¿no creen?— ¡Y no te he dicho todo amor! pero eso no es importante ahora - hablo urgida por la excelente noticia que me acaba de dar — ¿Cuando me mudo? - ¡este es el mejor día de mi vida!— Bueno princesa, ya tengo las llaves en mi poder ¿tienes tiempo ahora? - ¡oh Dios mío!— ¡Claro que siiii! ¿la inauguraremos, tal vez la cama? - el jadeo casi acabó con mi oído izquierdo.— ¡Sería un placer mi amor, uno muy grato! - lo amo, e
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Capítulo nueve.
Después de casi hora y treinta minutos de escucharle la amonestación a "mi suegro" pude salir de la casa de Susan, la noche estuvo fantástica; esa chica sabe lo que hace y lo que me gusta en cuanto a sexo se refiere, estuvo mucho más tranquila luego de ejercerle un poco de presión entorno a su idea fija de que le soy infiel ya que parece que la engañaron, aunque de eso no se nada y no me interesa indagarlo. Sheila llega con una sonrisa encantadora y un rasguño en la mano derecha, temo pregonarle como estuvo su cita con lo del gato porque la herida es evidente y hoy es la fiesta del reencuentro con sus amigas de la universidad, al verme despliega su mejor sonrisa y se acerca ¡Dios, no te pido nada, solo que me protejas, amén! — ¡Hola! ¿que tal estas Rogers? - ¿eh? — ¡Hola linda! estoy bien, gracias ¿tú? - sonr
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