— Abuela, recuerdas que te había hablado de Dominic, mi novio y el padre de mi bebé — asiente. Es como si fuera a pedir permiso para quedarme en casa de algún amigo, cómo cuando estaba en la escuela.— Lo recuerdo muy bien, pero no mencionaste que era tu novio.— Bueno, abuela. Creí que lo supondrías — estrechó los ojos y sonreí —. Sabes que esta casa es algo pequeña, y ahora que Dominic ha vuelto, iremos a su casa. Solo por un tiempo, abuela ¿Sí?.— No quiero ser grosera ni mucho menos desagradecida, pero quiero irme a mi casa. Me siento muy incómoda estar en un lugar que no conozco, y siendo una intrusa en la vida de estas personas.— ¿Quién le ha dicho que es una intrusa? — entra Dominic sin tocar. Mi abuela lo mira por unos segundos, y luego me da una mirada que no comprendo &md
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