El cielo gris que las nubes tormentosas coloreaban, le daban un aspecto aun mas lúgubre a la larga noche, el sepulcral silencio era ocasionalmente interrumpido por el estruendoso y cada vez mas cercano sonido de algún rayo partiendo el cielo, las estrellas no se asomaban aquella noche, la luz de la luna se filtraba escasa entre las muchas y oscuras nubes que ya dejaban caer finas gotas de lluvia, lluvia que, Emmeran Antonescu, estaba seguro, se desatarían en una furiosa tormenta.No se habían suscitado nuevos ataques, sin embargo, no estaban para nada tranquilos con ello, en su lugar, algunos de sus jóvenes pobladores estaban desaparecidos, entre ellos su joven pasante de enfermería Ferka Lacob, si bien, el chico tenia poco tiempo de haber entrado a su equipo de trabajo en el hospital María Sanadora, se había ganado la estima y aprecio de todos, era un jovencito tranquilo y amigable, bastante amable y generoso…en
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